Creepypasta: Un final desconocido no justifica una victoria.
Se podría decir que Yotsuba era una chica con suerte, pero no sé podría decir que era suertuda, una persona suertuda es aquella a la cual le ocurren casualidades que la benefician, y una persona con suerte es aquella que parece no perder la suerte ni en las peores situaciones, eso era definitivamente lo que le pasaba a ella, hagamos un repaso rápido de su vida.
Ella nació junto a sus 5 hermanas, en base a velocidad se podría decir que fue la tercera de las quintillizas, aunque no se sabe muy bien, el hecho de tener quintillizas asustó mucho a su padre que las abandonó, y su madre y sus hermanas se vieron obligadas a vivir en una casa de poco presupuesto, esto lejos de ser un problema reforzó mucho más sus lazos. Yotsuba también era la más distraída, lo cual concluyó en que un día se perdiera y conociera por accidente al que años más tarde sería su marido. Otro golpe de suerte sería que su madre se casara con un oficinista multi-millonario cuando ella tenía unos 13 años, que básicamente las trataría como princesas el resto de su vida, algo frío de carácter, pero buen padre a fin de cuentas. Yotsuba también se unió al equipo de baloncesto, y aunque no se puede decir que fuera una jugadora perfecta, perdió solo 17 de los 56 partidos que jugó en su periodo deportivo, y por si fuera poco nunca enfermó o cometió alguna falta que terminara en un tendón roto. Os acordáis de el niño que mencioné antes, bueno, se volvieron a ver en el instituto, por razones de la vida el terminó como su profesor de clases particulares, y aunque todas las hermanas, Yotsuba incluida, se enamoraron de él, solo Yotsuba consiguió conquistar su corazón. Y ya cuando se casaron ni lo cuento, hija de un millonario y con unas notas medianamente aceptables, su puesto de trabajo en un lugar de alta clase era básicamente obligatorio. Y así la vida siguió y siguió, como si la mano que dicta el destino siempre estuviera de su lado, pero sabes, una historia feliz, siempre tiene algún giro de tuerca que le saca de su sitio a más de uno, es lo que se conoce como plot twis.
Para celebrar su quinto año de matrimonio Futaro y Yotsuba planearon un viaje en crucero, era una travesía sencilla, saldrían de Japón y llegarían a la península Ibérica, calculaban que sería un viaje tranquilo de unos 14 días.
Yotsuba naturalmente invitó a sus hermanas, y a su padre, por su parte, Futaro invitó a su padre y su hermana, sin embargo, ellos tuvieron que negarse, pues no tenían una buena situación económica y no querían aprovecharse de la amabilidad de la familia Nakano.
El viaje en el crucero comenzó un lunes por la mañana, y toda la trayectoria se mantuvo en relativa calma los siguientes tres días, las conversaciones entre Futaro y las quintillizas eran lo que cabría esperarse, temas de negocios y viejos recuerdos de la universidad. El viaje parecía ir bien para Yotsuba y sus hermanas.
Un dato curioso, ¿Sabían que aún existen ataques piratas? Naturalmente ya no son como en el pasado con las viejas leyendas de barba negra y compañía, no, ahora son ataques más serios en barcos más grandes y se dan sobre todo en zonas marítimas poco frecuentes para ser más difíciles de rastrear, habría que tener mucha suerte para encontrar alguno, y mucha más para sobrevivir a una emboscada.
Los horarios del crucero también eran bastante estrictos, de 12:00 de la noche hasta las 5:00 de la mañana estaba terminantemente prohibido moverse por el barco, todas las habitaciones debían cerrarse con llave, y se mantenían vigilados los pasillos las 24 horas con cámaras de seguridad. La vigilancia del personal también era constante, en la cubierta se podían encontrar marineros, algunos ex-pertenecientes al servicio militar, armados con fusiles M4, y en las zonas de habitaciones también eran fáciles de encontrar guardias de seguridad armados con taseres, o una pistola de mano. Por supuesto, estos solo tenían permiso para usar sus armas en caso de que sea estrictamente necesario. Pero el punto aquí radica en que el crucero en general era una zona altamente protegida.
Aun así, Yotsuba era una muchacha a la cual no le daba por pensar mucho las cosas, y cuando le entró el hambre en mitad de la noche se despertó, agarró las llaves del bolsillo de la chaqueta de su padre, y salió rápidamente del camarote, las cocinas del barco no estaban muy lejos de su habitación y en ese momento pensó que siendo de noche, y con la velocidad que ya tenía por los entrenamientos de baloncesto, podría evadir la visión de las cámaras. Cuando llegó a las cocinas del barco encontró la puerta abierta, en verdad los cocineros no se preocupaban por comprobar si se había cerrado bien la cerradura, simplemente pensaban que siendo un barco con tanta seguridad, nadie sería tan ingenuo como para ir a la cocina por la noche, por suerte para Yotsuba, ella si era tan ingenua y con un pensamiento similar a ``si nadie lo ha intentado nunca, entonces no se esperaran una primera vez´´, tal vez, si hubiera analizado bien el escenario debería haberse preguntado porque no se encontró ningún guardia de seguridad en los 4 pasillos previos a las cocinas, o porque el sonido de las olas chocándose contra el barco se escucha más bien como sonidos de disparos, pero simplemente esa no era su necesidad, y no le dio importancia, solo llegó a las cocinas, tomo unos cuantos postres, y miro con cara de sorpresa la gran cantidad de agua que entraba por la puerta que hace unos minutos solo era una puerta de entrada.
Supongo que para este punto ya habrás llegado a la conclusión por tu cuenta, pero efectivamente, un grupo de piratas, posiblemente filipinos, atacaron el crucero, mediante un comunicado se puso a todo el personal en cubierta, fue un asalto brutal y sangriento, pero los miembros del barco consiguieron abatir a gran numero de los piratas, aunque esto no detendría a los piratas que en una jugada desesperada estrellaron su barco contra el crucero, fue un impacto en la zona frontal y los daños generados, entre otras cosas, rompieron los sistemas que se encargaban de la comunicación por megafonía, y así mientras el barco se hundía los guardias pensaron lo fácil que sería decir que ellos sobrevivieron porque consiguieron subir a un bote mientras el barco se hundió a comparación de tener que ir corriendo por los pasillos llamando a las personas, esperar que estuvieran listas y preparar todos los botes salvavidas, en pocas palabras, prefirieron irse con lo puesto por su propia comodidad.
Por supuesto, el sonido de un barco chocando contra otro no es algo que pase desapercibido, y cuando gran parte de los pasajeros se despertó y fue a cubierta para ver que había sucedido, los guardias ya hacía un buen rato que se habían marchado, ante este final, algunos lloraron, otros se echaron las culpas entre ellos, incluso hubo quien simplemente lo aceptó. A todo esto, la situación de Yotsuba no es que estuviera mucho mejor, tenía el agua al cuello literalmente, debido a la forma que había tenido el barco de hundirse lentamente se había formado una burbuja de aire en la cual se encontraba luchando por mantenerse a flote, y mientras movía sus brazos pudo notar un pequeño cosquilleo en la pierna, aunque su primera reacción fue asustarse, se calmó cuando se dio cuenta de que solo eran las llaves de su habitación, y lo que fue un susto momentáneo se convertió en uno permanente, cuando Yotsuba dejó su habitación, también cerró la puerta con llave pensando que si algún guardia de seguridad pasaba a revisar se podría encontrar con la puerta abierta y tomar medidas por ello, lo que quería decir que su padre, su marido y sus hermanas estaban encerrados y seguramente con el agua hasta el cuello también. La quintilliza sacó fuerzas de donde no tenía he ignorando el agua helada y las presiones del mar, tomó una bocanada de aire, se impulsó en la pared y fue nadando lo más rápido que pudo de vuelta a su habitación.
Recorrió los 4 pasillos en completa oscuridad y con una temperatura que fácilmente oscilaba entre los
10 grados centígrados, solo para llegar a la que creía era la puerta de su habitación, introdujo las llaves y giro con tanta fuerza la cerradura, que las llaves se partieron, la rabia que Yotsuba acumulaba por su despiste se junto con a impotencia que sintió y se manifestó en un ataque de patadas continuas a la puerta , incluso pudo sentir como sus pies sangraban por cada golpe que daba contra esa puerta de metal, pero si conseguía salvar a su familia entonces valdría la pena, al final el efecto de sus golpes sumado a la corrosión que generó la sal marina en las bisagras de la puerta le permitieron echarla abajo, e impulsándose con sus manos en el capitel pudo llegar hasta una burbuja de oxigeno que se había formado en la parte superior del camarote.
El alivio de estar a salvo en la habitación pronto se convirtió en pena cuando notó que ella era la única en la burbuja de aire, y fue aun peor cuando vio flotando el reproductor de música de Miku con las baterías descompuestas, eso era señal de que conforme se había llenado de agua la habitación tal vez sus hermanas habían intentado salir haciendo fuerza, quizás en un arranque de locura Futaro y su padre habían tratado de romper la cerradura lo que sumado a la sal habría facilitado que Yotsuba hubiera roto la llave, el caso es que durante esa desesperación no notaron que el agua hizo contacto con los aparatos eléctricos, y como buen conductor, hubiera electrocutado a todos los presentes en la habitación, y en el supuesto de que alguno no tuviera los pulmones totalmente quemados, el hecho de que el agua entrara en los cuerpos inconscientes hubiera partido la membrana de los pulmones, liberando el aire, y haciendo que los cuerpos se hundieran.
Ahora Yotsuba estaba sola, rodeada de los cuerpos de toda su familia y un agua que cada vez se sentía más cálida, simplemente le pudo la presión y se hundió, dejo que su cuerpo se sumergiera en el agua y empezó a caminar, pudo sentir como el agua entraba en su interior y reventaba todos sus tejidos internos, pero por norma general, una mala historia no mata a su protagonista.
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