Loquendo K-on El manga de la locura│capítulo 4 (parte 3) | Final facfic.
Tuve que cerrar el manga un momento, dejando mi pulgar entre medias para marcar las hojas y no perderme. Tomé aire, obligándome a recordar que esto no era real, volví a abrir por la página exacta.
La persona del otro lado de la puerta no era Ui, era un hombre, le sacaba una cabeza a Yui y la miraba desde arriba con un rostro preocupado.
La siguiente hoja se divide en cuatro paneles triangulares con la mirada perdida de Yui en el centro. Cada uno enfoca partes de la vestimenta de aquel hombre. Una gorra con una placa en la frente, esa misma placa bordada con tela en un brazo, una corbata entorno a la cual colgaba la cinta de un comunicador y otra placa, esta metálica, en la parte izquierda del pecho en la que se podía leer "policía local".
Analicé cada detalle de esa página antes de pasarla, estaba en blanco y negro, como el resto del manga, pero casi podría arriesgarme a decir que distinguía los colores azul y blanco del uniforme del oficial al que miraba tan atónito como si yo mismo fuera Yui.
- ¿Eres Yui Hirasawa? - preguntó en un globo de texto.
- Si - respondió un bocadillo que venía de la dirrección opuesta en un fondo negro.
- Vengo a informarte de que han hospitalizado a tu hermana - es la respuesta que hay debajo.
No se ve la cara de Yui, en el siguiente panel se ve una toma desde el exterior de la casa. El policía de espaldas en la puerta con su coche aparcado en la entrada. Es el panel que sirve de transición para la siguiente escena.
Yui está fuera de una sala de hospital, sigue acompañada del policía y también hay una enfermera hablando con ellos. Esta escena no contiene diálogos, solo la mirada perdida de Yui, fría e impasible, la cara de quién ya no tiene hombros en los que llorar.
Deslizo la siguiente hoja del manga entre mis dedos, antes de dejarlo abierto a mucho más allá de la mitad, para ser un solo volumen era un tomo realmente grande. Pero esa no fue la razón por la que paré, había empezado a hacerse de noche así que di la luz de la habitación. ¿Cuanto tiempo llevaba leyendo el manga? Casi parecía que habían pasado 6 o 7 años desde que empezó esto, pero todavía queda un poco más que cubrir así que no era el final.
Reanudé mi lectura, en esta nueva página aparecía una Ritsu sorprendida, de espaldas y dando un pequeño salto hacia atrás por la sorpresa. Estaba junto con Nodoka, ella sentada en su sitio cabizbaja. Solo había un globo de texto, era de Ritsu y ponía "¿Qué, que?".
- Si - le respondía Nodoka en un primer plano. - A su hermana le cayó un foco en su lugar de trabajo, está muy grabe y todo parece apuntar a que no se va a recuperar.
- No, no... Y en el día de su cumpleaños - Ritsu era enfocada ahora, parecía morderse el labio con rabia. - Maldición, llevábamos casi un año de muy buena racha, ¿Por qué tienen que empeorar las cosas así?
- Eso no es lo peor - dice un panel en el que solo se enfoca la mirada de Nodoka. - Yui sigue siendo menor de edad, no puede quedarse sola en su casa, la han llevado a un centro de adopción.
Pese a ser solo un dibujo, lo leía, no, mejor dicho, lo sentía como si la voz de Nodoka estuviera a punto de quebrarse.
En la siguiente viñeta sale un cartel en la esquina superior, en él pone "después de clases". La escena muestra una sala de hospital, Ui está tumbada en una cama, tiene la cabeza vendada y una máquina que determina el pulso a su lado, tiene un gráfico que representa como sus latidos van lentos.
La siguiente viñeta muestra a Yui fuera de esa habitación, cabizbaja y con los dedos en su colgante con forma de kanji. En otro plano se ve como cae una lágrima en el adorno que sostiene con el pulgar y el índice, parece ser de plata y se une en una sola pieza, es el kanji del amor.
- Lo prometiste - dice Yui mientras se limpia las lágrimas con una manga. - Lo prometiste - repite en otro globo de diálogo.
Mirando más detenidamente la cara de Yui, puedo ver que sus rasgos faciales ya no se notan tan jóvenes. De hecho, casi me atrevería a decir que se veía aún más madura que en el manga original.
"Será metafórico", es lo único que puedo pensar al ver de nuevo otro cambio en su apariencia.
Respiro hondo antes de pasar la página, quedan poco menos de 12 hojas y no se me ocurre una buena resolución para estos conflictos. Estoy luchando muy fuertemente con los impulsos de ir directamente a la última página esperando lo peor, pero aún me considero una persona paciente, vuelvo a respirar y sigo leyendo.
Ritsu y Nodoka aparecen caminando hacia Yui, pero esta ni siquiera las mira. Aún llevan sus uniformes, solo ahora me doy cuenta de que Yui también está vestida con su uniforme del instituto.
"Quizás dijo en su nueva casa que iría al instituto y en realidad se fue a ver a su hermana", es la única idea que se me ocurre.
- Hola Yui - dice Ritsu en la siguiente viñeta, su amiga ni siquiera gira la cabeza para mirarla. - ¿Qué tal estás?
- ¿Tú que crees? - es la única respuesta de Yui en el panel siguiente.
Nodoka y Ritsu se detienen con los brazos caídos y una cara que trata de expresar sus esfuerzos por buscar las palabras adecuadas.
- Solo queríamos saber que tal se encuentra tu hermana - dice Nodoka en el globo de texto a su izquierda. - Si hay algo en lo que podamos ayudar, cualquier cosa...
- Se va a morir - dice Yui en un panel que solo enfoca a su boca.
- Oye, no tienes que ser tan negativa - dice Ritsu mientras se rasca detrás de la cabeza, una pose que delata su nerviosismo. - Quizás solo ha sido un golpe superficial y con un poco de cama mejora, quizás...
- Quizás se queda en coma de por vida - dice un panel que solo muestra las pupilas monocromáticas de Yui. - Si, Ritsu, eso hace que me sienta muchísimo mejor.
- Yui, por favor - ahora interviene Nodoka, un paso al frente y una mano estirada para pedir tranquilidad. - No saques conclusiones precipitadas, solo ha pasado un día.
- ¿Sabes que también ha pasado Nodoka? - los ojos de Yui ahora apuntan a su derecha, la mirada fija en sus amigas. - Una enfermera, cuando venía de camino aquí, dijo que el golpe que Ui recibió le causó un traumatismo craneal. Las propias paredes fracturadas de su cráneo se están clavando en su cabeza, desangrándola por dentro.
En la siguiente viñeta Yui está de pie, se ve su perfil con lágrimas en los ojos mientras apunta a la puerta de la habitación de su hermana.
- ¡Le quedan menos de 24 horas y no puedo hacer nada al respecto! - grita Yui. - Lo único que puedo hacer es esperar a ver cómo la gente entra a esta habitación e intenta hacer una cirugía a mi hermana, la cual seguramente también fallará.
Me puedo imaginar toda esta situación en mi cabeza y lo que ha de estar pasando fuera de panel. Varios doctores y enfermeras, así como pacientes y encargados de la limpieza, mirando a una pobre niña que llora impotente.
- Yui, por favor - dice ahora Ritsu dando un paso, pequeñas gotas de sudor remarcadas en su frente. - No te desesperes todavía, tú lo has dicho, hay que operar y no sabes con seguridad si realmente todo está tan mal como lo planteas.
- Claro que lo sé - dice una viñeta que muestra a la perfección la ira de su boca, la rabia de sus palabras. - Lo sé porque desde que soy consciente lo único que he hecho ha sido sufrir, sufrir y sufrir. ¡Los pequeños momentos en los cuales se me dio la posibilidad de disfrutar de algo hermoso eran solo pequeños sorbos de una taza de té caliente que luego me echarían hirviendo a los ojos para ver cuánto tiempo aguanto llorando!
- Yui, por favor, baja la voz y no te precipites - trata de decirle su amiga en un medio plano que denota su baja confianza. - De verdad que aún no lo sabes, muchas cosas pueden pasar.
- A claro, como no, aquí viene el falso y modesto optimismo de Ritsu - el nuevo panel muestra a Yui desatando su ira mientras increpa a su amiga con un dedo. - ¿Cómo quieres que me fie de tí si la última persona que lo hizo está muerta? Dime, ¿No te bastó con meter a Mio en los juegos que sabías que eran peligrosos para ella? ¿Es que acaso tu intención era saber que juego la mataría en el menor tiempo? ¿Ya estás feliz de saber eso?
Ciertamente, esas palabras me dolieron hasta a mí. Me dolía ver cómo, a pesar de todo, Yui tenía un porcentaje de verdad bastante grande en sus palabras.
- ¡Eres una tonta! - es lo único que puede decir Ritsu, lágrimas derramándose en su cara.
En la plantilla siguiente Nodoka preocupada gira la cabeza mientras la ve alejarse. Yui, de espaldas al punto de vista, solo parece apretar el puño con rabia. Nodoka la mira a ella ahora, su cara es solo una mueca que parece sopesar las opciones. La última viñeta es un rectángulo partido en dos, en la derecha se ve a Nodoka corriendo, seguramente yendo tras Ritsu, en la izquierda Yui se tapa la cara mientras llora en el banco, hay lo que parecen varios cirujanos que pasan a su lado, uno ha abierto la puerta y están entrando a la habitación de su hermana.
Paso de página con una mano temblorosa, trago saliva preparándome para el próximo golpe emocional que este manga quiera soltarme.
Ahora Yui aparece boca arriba con el uniforme puesto, tumbada en una cama que no es su cama, dentro de una habitación que no es su habitación. No quedan lágrimas en sus ojos, solo un vacío abismal e infinito, como el negro que envolvía el fondo de sus sueños capítulos atrás.
En el siguiente panel alguien abre la puerta, se ve a una señora de espaldas con un teléfono en la mano.
- Han llamado del hospital - dice un bocadillo en una viñeta vacía. - Lo siento mucho, no ha sobrevivido.
El siguiente panel es solo un enfoque en primer plano de los ojos de Yui, aún sin lágrimas, aún vacíos.
Las dos hojas siguientes tampoco contienen diálogos, solo una leyenda arriba que dice "y pasaron los días". Se muestra a Yui sola en el patio del recreo, mirando por una ventana mientras Ritsu pasa a su lado y la ignora, sola en clase a pesar de estar rodeada de gente y una toma de Yui mirando fijamente una lápida que luego se realza en primer plano, tiene escrito el nombre de "Hirasawa Ui". En un último panel ella está sentada en el borde de su cama.
Se ven unas onomatopeyas cuando alguien llama a su puerta. En la siguiente viñeta la misma señora que páginas atrás sostenía el teléfono ahora le pide a Yui que por favor venga, hay una persona interesada en verla, puede que incluso en adoptarla.
Ahora se ve a las dos caminando por un pasillo, otro enfoque en la cara de Yui revela un tono igual o más apagado que el que tenía al inicio del manga o en la portada del mismo.
Llegan a la recepción, detrás del mostrador se ve la figura de una persona adulta con un rostro parcialmente tapado por una sombra. Soy perfectamente capaz de reconocer ese pelo largo y esa vestimenta.
"Oh no, Yui sal de ahí", es el pensamiento impotente que pasa por mi cabeza.
La siguiente viñeta se centra en la profesora del otro lado del mostrador, es Sawako. El siguiente panel muestra a Yui casi petrificada mientras un globo de texto de la señora le dice:
- Ella es la señorita Sawako Yamanaka, nos ha contado que fue tu profesora en la escuela primaria y que tuvisteis buena relación.
El panel cambia y ahora muestra de nuevo el rostro de Sawako que finge una falsa sonrisa. Ese panel me hace sentir el mismo sentimiento anormal y de peligro que noté en su primera aparición.
- Hemos estado revisando sus papeles y parece que está todo en orden, y como ya se conocen... - ahora se ve a la señora girada mirando a Yui que sigue mirando a Sawako, ojos fijos y boca cerrada. - Hemos pensado que si estás de acuerdo podrían hacerse los trámites de adopción este mismo día para que puedas irte a tu nuevo hogar.
El escenario cambia bruscamente en la siguiente viñeta, Yui y Sawako están sentadas en una mesa de madera que se enfoca de perfil. Yui tiene las manos en su regazo y mira a Sawako totalmente erguida, mientras tanto esta está inclinada moviendo lo que parece una cuchara en una taza de té.
- Que buen servicio tienen aquí - dice un globo de texto que sale de Sawako. - Nunca te lo he dicho pero me encanta el té, ojalá hubiera un club que ofreciera té de alta calidad y gratuito entre clase y clase.
- ¿Qué estás haciendo aquí? - le pregunta Yui.
El panel las sigue enfocando de perfil, ahora Sawako levanta la mirada y se representa una sonrisa bordeando su cara.
- Estaba preocupada por ti, después de todo el amor que te di, un día desapareciste sin más - dice Sawako en un panel que la muestra apoyando su barbilla en la palma de su mano. - Y yo, preocupándome por ti, decidí investigar.
- Sabes que puedo denunciarte - dice Yui. - Mi hermana me explicó porque lo que hiciste estaba mal.
- Lo dices como si no te hubiera gustado - comenta Sawako mientras huele el té. - Además, ¿Por qué lo harías ahora? No tienes pruebas de nada y no creo que te puedas permitir un juicio.
El panel muestra a Yui, la mirada perdida y la cara rota en emociones que no se pueden expresar.
- No te conviene amenazarme, Yui - dice Sawako llevándose el contenido de la taza a los labios y bebiendo. - Porque estoy segura de que soy la única persona que queda que aún se preocupa por ti.
- No te preocupas por mí, solo te intereso - dice un panel que muestra a Yui apretando los puños bajo la mesa.
- Eso no es cierto, pero entiendo tu estado de ánimo - la profesora Sawako parece más alivianada y pone su brazo en el espaldar de la silla sin dejar de sonreír. - Yui, querida, te prometí que conmigo no volverías a estar sola y fuiste tú quien voluntariamente me abandonó. Está bien, no te guardo ningún rencor, pero dime, ¿Cuando te he hecho yo daño? ¿Cuando he procurado tu mal? Yo no te he metido ideales imposibles en la cabeza, he escuchado todas tus preocupaciones sobre tus problemas con la guitarra y tus amigas, pero pregúntate, ¿Donde están ellas y donde estoy yo?
El siguiente panel es solo Yui perdiendo su mirada en el centro de la mesa. Sentí miedo antes de pasar la página, sabía lo que podía encontrarme, quería que Yui estallara, que mandara a la mierda a Sawako, pero no fue así. En la siguiente viñeta Yui estaba subida en un asiento de copiloto mientras Sawako conducía.
- Hablé con los responsables legales de tu casa, podrás recuperar todos los objetos que gustes - le dice Sawako sin quitar la vista en la carretera. - Eso podría incluir la guitarra de tu padre.
- No, sensei - dice Yui con una cara que trata de aparentar inocencia. - Esa guitarra ya me ha causado demasiado daño.
- ¿Ya no tocas la guitarra? - le pregunta Sawako.
- No, solo me hace sentir vacía y miserable - dice Yui decidida.
- No te preocupes - dice Sawako cuando pone su mano sobre una pierna de Yui. - Conmigo ya no volverás a sentirte vacía y miserable nunca más.
Esta vez la cara de Yui no muestra incomodidad en el panel que la retrata. Solo parece mostrar una falsa sonrisa infantil que contrasta con sus ojos tristes.
- Aún así la reclamaremos - dice Sawako. - Si no la quieres, siempre la podemos empeñar y ganar un dinero extra.
Deslizo mis dedos por las páginas restantes, solo quedan cuatro hojas.
La primera es una secuencia de paneles que muestran a Yui levantarse en mitad de la noche con su uniforme de instituto puesto, abre un armario y toma la guitarra de su padre.
En la segunda, Yui se arrodilla llorando en la tumba de su hermana, abrazando a su guitarra mientras la sombra de Sawako se aproxima a ella y le pone una mano en el hombro, "Volvamos a casa", le dice con un rostro ensombrecido.
La tercera nos muestra como pasa el tiempo, se ve en tres columnas como Ritsu, Nodoka y Yui crecen, pero no vuelven a interactuar entre ellas.
La última página es la que más me rompe el alma, solo tiene cuatro viñetas y cada una muestra a las cuatro amigas que aún quedan y lo que es de sus vidas ahora que rondan casi los 20 años. Se ve a Nodoka entregando un papel para irse a una universidad al otro lado del país. Yui parece estar tocando una canción en un bar de poca clientela, la guitarra que lleva la reconozco perfectamente, es la guitarra que Sawako usaba en el anime. Ritsu parece estar entregando un papel en una oficina, pone "Cartilla militar para el servicio voluntario". Finalmente, Mugi parece estar reunida con su padre viendo un gráfico de acciones que parece haber bajado drásticamente en comparación al ascenso que tubo hace unos meses.
En el centro de la página hay un texto en blanco que contrasta con el fondo negro, en él dice: "En ocasiones no hay respuesta para todo y esas historias no acaban ni bien, ni mal, simplemente acaban".
Doy un último suspiro profundo antes de cerrar el libro. Vaya, si que tengo bastante información que procesar.
La primera pregunta que pasa inmediatamente por mi cabeza es, ¿Por qué? ¿Qué necesidad tenía Kakifly de crear esta historia? ¿Cuál se supone que es el mensaje? ¿Acaso es, "Esfuérzate todo lo que quieras que de todos modos te irá mal"? Además, ¿Por qué demonios hizo que Sawako fuera una pederasta? ¿Por qué solo con Yui? Muchas preguntas y pocas respuestas.
Ahora entiendo perfectamente por qué no le dejaron publicarlo, carajo, entiendo perfectamente porque no quería que lo leyera delante de él, puedo entender alguna que otra escena subida de tono en la obra, pero en el capítulo tres había dibujado pedofilia de una forma casi explícita, en el mismísimo margen de lo que se puede permitir. Estoy seguro de que si lo hubiera leído en su casa le hubiera gritado, y mucho además.
Decido levantarme y apagar la luz, el libro cerrado encima de mi mesa. Ha sido un día largo y ahora mismo estoy demasiado enojado para pensar con claridad. Después de todo, era solo una historia ficticia, era duro, si, pero cosas más retorcidas se han sacado al mercado. Mañana, a primera hora de la mañana, le llamaré y exigiré explicaciones.
Me dormí pensando en todas las cosas que no me cuadraban de la historia y que le iba a reclamar a Kakifly. ¿Por qué Sawako apareció en el sueño de Yui cuando todavía no la conocía? ¿Por qué Ritsu y Nodoka no habían intentado arreglar las cosas después si Nodoka nunca se había rendido antes tratando de buscar lo mejor para Yui? ¿Por qué Ui no denunció personalmente a Sawako? ¿Qué fue de la guitarra del padre de Yui?, y un amplio etcétera.
Desperté a las 11 de la mañana, era domingo, hoy no tenía que trabajar. Me desperté tarde, no pensé que trasnochar leyendo ese libro me fuera a dejar tan cansado.
Miré el celular, una llamada perdida de Kakifly, había sido hace veinte minutos. Ahora mismo era yo quien le estaba llamando a él.
- ¿Dígame? - respondió su voz en el otro lado del teléfono.
- Supongo que tienes muchas cosas que explicarme, ¿No? - le digo.
- Ah, por supuesto, se me ha ocurrido una nueva idea para continuar con el manga, creo que haré una secuela centrándome en Azusa y como maneja el club de música con Ui y Jun - la voz de Kakifly siguió un rato soltando sus alocadas ideas.
Parpadeé dos veces y me limpié los ojos, incluso me di un pequeño pellizco para asegurarme de que no estuviera soñando. Él realmente me había dado un boceto del manga de la locura misma y ahora me estaba hablando de una secuela totalmente feliz y cotidiana. Desde luego, su tono de voz era más alegre que el de ayer, pero esto de que me traten de estúpido no me gustaba.
- Amigo - le interrumpo mientras explicaba algo de un nuevo personaje que sería como la hermana de Mugi. - ¿De verdad vas a ignorar por completo el tema de tu manga de la locura cancelado?
No hubo respuesta.
- No se de que hablas - me dice luego de 10 segundos de silencio. - No me han cancelado ningún manga, ni siquiera he presentado la idea aún.
- Amigo, te estoy hablando del manga que me diste ayer, el que parecía un libro de 4 capítulos y tenía esos temas tan perturbadores - insisto a punto de enojarme.
- ¿Ayer? Pero si ayer no viniste a mi casa.
- ¿Cómo que no? Si habíamos quedado y todo, sabías que iba hacia allí.
- Si, pero enseguida comenzó a llover muy fuerte y no llegabas, pensé que por eso no habrías venido, o que te habrías quedado dormido, tampoco tenía intención de molestar.
- No, eso no fue lo que pasó - digo mientras hago memoria. - Quiero decir, si llovió, pero yo llegué a tu casa primero y me quedé allí conversando contigo hasta que dejó de llover y pude regresar a mi casa, y regresé con el libro que tú me diste bajo el brazo y con mucho cuidado para que no se mojara, recuerdo que hasta pisé un charco sin querer porque casi me resbalo.
- Amigo, te puedo asegurar que eso no pasó, yo me estaba tomando un descanso y no he escrito mucho estos últimos meses, ya lo sabes, he estado en negociaciones con la segunda temporada del anime, la colaboración con Transformer, y demás - Kakifly me dice esto muy seguro de lo que habla, incluso me está haciendo dudar. - ¿Seguro que no te quedaste dormido y soñaste todo eso?
- No, no, se bien de lo que hablo, tengo el libro justo aquí en mi... - le echo una mirada rápida al escritorio y no hay nada. - Ems, dame un momento por favor - le pido.
Empiezo a buscar por todo el lugar, pensando que tal vez el manga se cayó de mi mesa o algo parecido, pero no lo veo. En menos de un minuto reviso todo mi apartamento, pensando que tal vez lo dejé en otro lugar sin ser consciente pero no hay nada. Solo me queda rascarme la cabeza y decir:
- Bueno, no veo nada, pero te prometo que era real, lo recuerdo perfectamente.
- Jaja - Kakifly ríe del otro lado. - Está bien amigo, no pasa nada, seguro que solo fue tu cabeza, yo también he tenido sueños muy lucidos con mi historia, esas 5 chicas son difíciles de olvidar.
Me alegro de que se lo esté tomando con humor, pero yo realmente estoy desconcertado, todo se sintió tan real, ¿Qué pasará ahora con mis dudas, con todo?
- Y bueno - me dice él de nuevo. - De que trataba ese "K-on! El manga de la locura" del que me hablabas.
Le hice un resumen rápido de unos 10 minutos por capítulo, cuando terminé guardó silencio un rato. Ya me podía imaginar su cara de poker al otro lado del teléfono.
- Creo que deberías de dejar de consumir tanto ecchi, tu cabeza lo mezcla de mala manera y terminas así - me dice.
- Mira quién habla - le respondo.
- Yo ya pagué el precio - dice él, casi lo puedo escuchar encogerse de hombros. - El anime trae bastante censura para ser apto para todos los públicos, y yo me desentiendo.
En fin, suficiente charla, nos despedimos poco después, tengo mucho en que pensar.
- Vaya, la mente si que puede jugar malas experiencias - digo para que mi apartamento vacío me escuche. - Al final, con calma, todo cobra sentido.
Si, todo parecía lógico, lo único que no entendía era porque tenía en mi entrada uno de mis zapatos mojado si ayer, en teoría, me quedé dormido y no salí a ninguna parte.
En ocasiones no hay respuesta para todo y esas historias no acaban ni bien, ni mal, simplemente acaban.
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