Creepypasta: El dibujo.

 


El dibujo: Historia original.

Nunca has sentido un aliento en el

cuello una presencia a tu alrededor y

más de una una sensación de Soledad Aún

estando en una plaza con gente alrededor

y sensación que desaparece y al ver

niños amacar y te tomas la mano con la

persona que amas Y si te ha pasado Puede

que sea más complicado de lo que parece

y paso un largo tiempo hasta que lo noté 16 años.

Estoy viviendo en mi tercera

casa Esta es la tercera mudanza y me

siento muy cómoda aquí y me la paso

escribiendo o dibujando sin embargo

muchas veces me he levantado y mis cosas

estaban en otro lugar y enojada devolví

todos mis dibujos y demás a la carpeta

mi madre como siempre se quejaba de

tener que limpiar tanto la cantidad de

polvo en la casa era demasiada para un

lugar en el cual solo viven dos personas

y un perro igual intente no darle

importancia y después de todo era raro

que yo limpiara la casa de vez en cuando

estando en mi computadora con los

auriculares puestos escuchaba sonidos a

mi alrededor y pero al quitármelos no

oía nada y me recordaba cuando en mi

casa anterior de niña vi una mujer de

cabello largo y negro cocinando y

llevando la cena a alguien solamente fue

por un parpadeo aún así es diferente y

en ese momento sentí frío y pero ahora

lo que siento es calor y calidez y mucha

calidez en el hogar me quedé pensando

mucho en eso algo asustada Y de pronto

me sobresalte cuando aún escuchando ando

a un volumen muy considerable oía algo

caer era cómo como una radio o una

televisión y algo más o menos grande y

con un sonido a quebrarse me levanté y

fui hacia la cocina mientras mi perro le

ladraba al suelo y pero no y no había

nada y por alguna extraña razón no me

dio miedo y unos meses más tarde en

medio de una fuerte tormenta se cortó la

luz y yo me senté en la sill mientras mi

madre iría a buscar velas y mi perro le

perseguía esperé cantando y luego sentí

un ruido y un hundimiento a mi lado y

como si alguien se hubiera sentado y

sentí una energía cálida y por

curiosidad y un poco de molestia le dije

y vete de mi lado y sentí como si esa

presencia se parara y se fuera corriendo

escuche sus pasos irse y un grito eco

que pareciera venir de otro mundo y fue

algo muy extraño y en casa no tenemos

espejos y mi madre les teme pero yo

tengo dos espejos de bolsillo y uno un

poco más grande y nunca he visto algo

extraño y solía tener algunos muy

grandes pero por alguna razón siempre se

rompen no me compraría otro para perder

dinero en

vano una tarde estaba tranquila

escuchando música y esta pareciera entre

cortarse como si se estuviera mezclando

con otra melodía sin dudarlo más pensé

que se interpuso la señal de la radio y

pero me vi obligada a irme de casa y

salir ya que sentí un líquido frío caer

en mi rostro y mi espalda como si me

salpicar con agua y aún así más tarde

volví y al día siguiente la sensación

cálida había desaparecido y fue un largo

tiempo hasta que una noche volví sentir

una calidez y un aliento a mi lado y me

giré hacia aquel lado y dormí con una

sonrisa no puedo mentir y siempre me han

gustado las cosas macabras y siempre

deseen convertirme en esos personajes

eternos y extraños.

***

Reescritura corregida.

Nunca has sentido un aliento en el cuello, una presencia a tu alrededor o esa extraña sensación de soledad, incluso estando en una plaza rodeado de gente. Pero luego, esa sensación desaparece al ver a los niños jugar o al tomar la mano de la persona que amas. Si te ha pasado, puede que sea más complicado de lo que parece. A mí me tomó un largo tiempo notarlo: 16 años, para ser exacta.

Estoy viviendo en mi tercera casa. Esta es mi tercera mudanza, y aquí me siento muy cómoda. Paso el tiempo escribiendo o dibujando. Sin embargo, muchas veces me he levantado y encontrado mis cosas en otro lugar. Enojada, devolvía mis dibujos y demás a la carpeta. Mi madre, como siempre, se quejaba de tener que limpiar tanto; la cantidad de polvo en la casa era excesiva para un lugar donde solo vivimos dos personas y un perro. Intenté no darle importancia. Después de todo, era raro que yo limpiara la casa de vez en cuando.

Estando en mi computadora con los auriculares puestos, escuchaba sonidos a mi alrededor, pero al quitármelos, no oía nada. Eso me recordaba a cuando, en mi casa anterior, siendo niña, vi por un instante a una mujer de cabello largo y negro cocinando y llevando la cena a alguien. Fue solo un parpadeo. Aunque esto era diferente: en aquel momento sentí frío, pero ahora lo que siento es calor, una calidez reconfortante en el hogar. Me quedé pensando mucho en eso, algo asustada. De pronto, me sobresalté. Incluso escuchando música a un volumen considerable, oí algo caer, como si fuera una radio o una televisión, algo más o menos grande que se quebraba. Me levanté y fui hacia la cocina mientras mi perro ladraba al suelo. No había nada. Por alguna extraña razón, no sentí miedo.

Unos meses más tarde, en medio de una fuerte tormenta, se cortó la luz. Me senté en el sillón mientras mi madre fue a buscar velas, y mi perro la perseguía. Esperé cantando. Entonces sentí un ruido y un hundimiento a mi lado, como si alguien se hubiera sentado. Percibí una energía cálida. Por curiosidad, y con un poco de molestia, dije: "Vete de mi lado". Sentí como si esa presencia se levantara y se fuera corriendo. Escuché sus pasos alejarse y un grito que parecía venir de otro mundo. Fue algo muy extraño. En casa no tenemos espejos; mi madre les teme. Yo tengo dos espejos de bolsillo y uno un poco más grande, pero nunca he visto nada extraño en ellos. Solía tener espejos grandes, pero, por alguna razón, siempre se rompían. No me compraría otro para perder dinero en vano.

Una tarde, estaba tranquila escuchando música. De pronto, pareció entrecortarse, como si se mezclara con otra melodía. Sin dudarlo más, pensé que era una interferencia de la radio. Pero me vi obligada a salir de casa cuando sentí un líquido frío caer sobre mi rostro y mi espalda, como si me salpicaran con agua. Volví más tarde, y al día siguiente, la sensación cálida había desaparecido. Pasó un largo tiempo hasta que, una noche, volví a sentir esa calidez y un aliento a mi lado. Me giré hacia ese lado y dormí con una sonrisa. No puedo mentir: siempre me han gustado las cosas macabras. Siempre he deseado convertirme en uno de esos personajes eternos y extraños.


Fin

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