Las torres donde el sol perdió su nombre (preludio).

 

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- Suelo soñar con eso, tengo un brazo roto, una pierna en las últimas y una barra de construcción me ha atravesado parte del estómago. Delante de mí está la mujer de pelo rosa, solo me mira, pero me da tanto miedo.

» Desenfundo dispuesta a disparar pero ella es demasiado rápida para mis ojos, me desarma de una simple cachetada que por poco y me parte la muñeca. Saco fuerzas de flaqueza, trato de girar sobre mis talones, ponerme a su espalda... Una patada en la nuca, algo que me de tiempo. Pero es inútil, simplemente es demasiado rápida.

» Luego despierto.

El hombre pelirrojo de metro ochenta y seis que camina junto a Carol asiente con la cabeza.

- Eso es todo - dice ella. - Siempre es el mismo sueño, del mismo mundo, ya sabes...

- Ese donde el luchador de muay thai secuestró a su propia hija y la lavó el cerebro - dice él.

- Si, Neithan, ese mismo.

- Pensé que ya habías asumido que era tu otra vida, ¿Por qué seguir llamándolo sueño? - Dice él mientras camina mirando al frente.

- Porque no me agrada saber que estoy condenada a soñar todas las noches la muerte de mi vida pasada, llevo un año con esto - Carol termina la frase con un suspiro. - El caso es que hoy no he soñado con eso, he localizado una grieta en el fondo del Mar Mediterráneo, justo debajo de la isla de Chipre.

Neithan alza las dos cejas a la vez. - Valla, tú si que sabes cambiar de tema rápido. - Neithan se da media vuelta y se dirige por otro pasillo.

- ¿Ahora donde vas? - dice Carol, quieta en el sitio.

- Voy a ver si lo de Chipre es cierto.

- Pero si íbamos a comer.

- Carol, la última vez que priorizamos una comida sobre uno de tus sueños premonitorios un loco casi destruye el sol - grita Neithan, ya muy alejado en el pasillo.

"Es un hombre dedicado a su trabajo" Carol lo ve alejarse y su cara pone una sonrisa genuina. "Pero yo no puedo salvar el planeta con el estómago vacío". Carol camina sola hasta el comedor.