El último profeta: El señor de las pesadillas.
Hola, soy el dueño del canal, yo no he creado a estos personajes ni este fanfic, el autor original se llama Lavey1917 y escribió esta historia en 2010, dejándola incompleta.
En una publicación de Deaviantart dijo que su obra le parecía mala, y que iba a reescribirla, pero nunca lo hizo. Así pues, yo me dispongo a darle a esta obra un intento de final digno, inspirado en toda la información que el autor dejó en el escrito original, así como en otras publicaciones de Deaviantart.
Sobra decir que no soy argentino como el autor, ni tengo alguna relación con él, pero intentaré lo más que pueda replicar su estilo de escritura, sin más, comenzamos.
Capítulo 7: dijimos "no más secretos" con los dedos cruzados.
Cuando desperté intenté sintonizar a Víctor en la tele, pero ya no había respuesta. Corrí de vuelta más rápido que antes, ese porro en verdad hizo un milagro, aunque no por ello fue menos extraño que pudiera dormir en un sueño.
Entro por la puerta del departamento, afortunadamente Mary sigue durmiendo, así que para fingir que no pasó nada voy al baño mientras se me baja el revuelto de tripas por hacer tanto ejercicio recién levantado.
Cuando salgo del baño escucho a Mary caminar hacia la sala, llego cuando está tomando la nota y se la quito de las manos.
Mary: ¡Oye! ¿Qué hacés?
Marcus: esto no será necesario, la escribí solo para que no pensaras que me había ido ya que estaba en el baño jeje (guardo rápidamente la nota en mi pantalón).
Mary: eeemmms.
Marcus: ¿Qué?
Mary: ¿Te fuiste mientras dormía?
Marcus: ¿Qué decís? Si te dije que me quedaría aquí protegiéndote.
Mary: Se que te fuiste, olés a podrido, hierva y sudor.
Mary se cruza de brazos, me ha atrapado.
Marcus: *suspiro *, tenés razón, tuve que hacer una cosa para saber dónde estamos y como salir, ¿Pero viste? No te pasó nada acá, tal como te dije.
Mary: ¿Y cómo sabías que no me pasaría nada?
La miro temblar un poco, la puta madre, estoy rompiendo la poca confianza que me tenía. (Ya entiendo, estamos en mi cabeza, por eso se parece tanto a ella, pero no puede ser una creación mía, no habría forma de que Arphas me pidiera rescatarla si solo es mi imaginación).
Marcus: está bien, Mary, te diré la verdad. No estamos en Buenos Aires, ni tampoco en Argentina. Estamos en un lugar llamado "la memoria del consciente", parece ser una dimensión física a la que solo se puede llegar cuando el cuerpo duerme.
Mary: ... (Me mira en silencio).
Marcus: se que se escucha como una locura, pero tengo pruebas, mirá.
Saco la carta de Arphas y le explico quién es, también le traduzco lo que está escrito en la misma y lo que ocurrió cuando fui a hablar con Víctor.
Mary se sienta mientras lee la carta, se que debe ser frustración, porque ella no entiende el castellano.
Mary: Pará, es mucha información, entonces, ¿No soy real? ¿Todos los años que llevo aquí atrapada son al pedo? ¿Soy un producto de tu mente?
Marcus: no lo creo, Víctor habló de este lugar como un espacio más amplio, Arphas sabía de vos antes de que se conectara a mi mente y para conectarme con Víctor tuve que sintetizar el canal 67, hay una linea específica para mi mente, lo que indica que más conexiones hay por aquí, pero la mía es la principal.
Mary abre la boca, pero no habla, se pone una mano en la frente.
Mary: te creo, eso también explica el comportamiento casi mágico del refrigerador, creo, pero no explica porque no recuerdo cómo llegué acá.
Marcus: jurámelo (me siento como una mierda por decir esto, más cuando veo su sorpresa).
Mary: ¿Cómo decís?
Marcus: jurame que no recuerdas cómo llegaste, porque no entiendo como podés recordar a tu padre, madre y donde creciste, así como tu idioma, pero no recordás cuando apareciste en mi cabeza.
Mary: Marcus, ¿Cómo me podés preguntar eso?
Marcus: Porque hoy me han traicionado como dos veces para luego decirme que no, y también me han traicionado antes mujeres en las que confié (me miro la cicatriz del corazón), quiero saber que verdaderamente puedo confiar en vos.
Mary: te mostré mi casa, te pedí protección mientras dormía y te di de comer buena comida, ¿Por qué querría traicionarte?
Marcus: tal vez me estás utilizando, quieres que vaya a un lugar y me necesitas con fuerzas, igual que Arphas.
Mary: dale, pues pedime lo que sea que me de tu confianza, lo haré.
La veo ponerse de pie, con una mirada decidida, si fuera cualquier otra ahora le pediría el orto, poco me importarían los modales, pero a ella no le puedo hacer eso.
Marcus: poné la mano en la mesa, te la voy a romper.
Tomo mi mazo.
Mary: ¿Cómo decís?
Marcus: dijiste "lo que sea", seré quien te proteja, seré tus manos, ese es el mayor gesto de confianza.
Mary tiembla, se lleva ambas manos a lo alto del pecho y se las frota preocupada, pero ve en mi cara que no es un precio que negociaré.
Mary: (suspira y pone su mano izquierda sobre la mesa), dale, confío en ti.
Levanto mi mazo sobre la cabeza hasta tomar el extremo, lo dejo caer en un ángulo descendente y el golpe impacta con la mesa, partiéndola en dos y haciendo saltar algunas astillas.
Mary: (abre los ojos) no me has dado.
Marcus: y vos no quitaste la mano, esa es toda la confianza que necesito por ahora.
Cinco minutos después estábamos en la cocina, tomando provisiones y tomándonos un café para calmar los ánimos.
Mary: che, entonces, exactamente, ¿Cómo salimos de acá?
Marcus: no te voy a chamuyar, la verdad no sé.
Mary: ¿Cómo, no te dijeron?
Marcus: no pregunté.
Mary: ¿Por qué no preguntaste?
Marcus: no se me ocurrió.
Mary: Eso era lo más importante, ¿Pero que tenés, 15 años?
Marcus: 16, en realidad.
Mary se detiene y me mira con los brazos en las caderas que conectan con esas hermosas piernas.
Mary: ¿Me estás boludeando?
Marcus: mira, no soy un pajero sin motivaciones, se que aparento más, pero es porque así me hizo ser la guerra y la sangre, ¿Y vos cuántos años tenés?
Mary: 19.
La verdad es que si se veía de 19, y no solo por sus piernas, su cintura era fina, su cara joven y su pelo marrón le llega hasta los hombros, aunque tiene algunas greñas y polvo.
Marcus piensa: (ella tenía 17 cuando la conocí, no pará, que no es ella carajo).
Mary: yo creo que así bastará (levanta dos mochilas que habíamos llenado con comida y botellas de agua).
Marcus: toma también el cuchillo, y guardalo en el bolsillo de tu falda.
Mary: ¿Por qué?
Marcus: segunda regla del juego, nunca sabes cuándo podes ser atacada, por eso es mejor tener siempre un arma a mano (le enseño el cuchillo navaja mariposa que le quité al espectro). Los cuerpos de los espectros no estaban, así que algo se los llevó, es mejor tener con que defendernos.
***
Ya tenemos todo listo, para ir por una ciudad hecha mierda como esta me gustaría tener más suministros, pero hemos tomado lo suficiente, ya que si conseguimos contacto con Víctor nos puede mandar más.
Tomo la bici y Mary se sube como nos subimos antes, solo nos queda pedalear hacia el horizonte y esperar encontrar algo, aún no se el que.
Capítulo 8: reunión familiar.
Después de haber vuelto con Mary y convencerla de dejar mis pelotas a salvo, tomamos su bicicleta y nos pusimos dos mochilas con suministros a la espalda, y nos fuimos a buscar una salida de esta réplica de Buenos Aires.
***
Mary: che, una duda, ¿Cómo terminó Buenos Aires así?
Marcus: lo hicieron los demonios, un día salieron del infierno y empezaron a destruirlo todo.
Mary: Pará, de veras, ¿Los demonios son reales?
Marcus: Si, ¿Qué no te acordás de los que te atacaron y patearon? Los que te dejaron la pierna así (le miro la herida en la pierna y trato de no distraerme mucho más).
Mary: pero esos parecían personas.
Marcus: eran espectros, humanos asesinados por demonios cuyas almas son condenadas a vivir sufriendo en la tierra.
Mary: ¿Y vos sobreviviste a esto solo?
Marcus: soy groso, lo sé, nunca conocí a mi padre porque nos abandonó, y si, estuve sobreviviendo un tiempo con mi madre y mi hermana, pero luego mi madre murió, y mi hermana también.
Mary: lo sien...
Marcus: nada que perdonar, mi madre puede descansar en paz y mi hermana lo tenía merecido, no diré más.
Sigo pedaleando hasta llegar a las afueras de la ciudad, nos recibe un amplio horizonte marrón y rocoso, esto es como Marte.
***
Una hora más tarde, seguimos en el mismo horizonte marrón y rocoso.
Mary: ¿No habíamos pasado por ese edificio ya?
Marcus: son edificios hechos poronga, todos se parecen y Buenos Aires es muy grande, no se puede salir pedaleando por una hora.
Mary: che, pero te juro que ese edificio es el mismo, nos estamos moviendo en círculos.
Detengo la bicicleta, es al pedo discutir con una mina que cree que tiene razón.
Mary: ¿Qué hacés?
Marcus: (me bajo de la bici y marco una línea recta en la tierra con tres golpes de martillo) mirá, dejaré esta marca y avanzaremos de nuevo, si de verdad estamos dando vueltas la volveremos a ver.
***
Volvimos a ver la marca, Mary se baja de la bicicleta y se para sobre ella de brazos cruzados.
Mary: te dije hace media hora y te digo ahora, estamos avanzando en círculos.
Marcus: ¿Pero cómo? Vos lo viste, avanzamos en línea recta, no giramos nada, ¿Será este sitio un bucle?
Mary: ¿A mí me preguntás? Pregúntale a tu amigo el científico.
Marcus: para un cacho, Víctor solo me dijo que sería mi psicólogo y me ayudaría en esa habitación, no que pudiera sacarme de un bucle.
Mary: ¿Y no podés volver a la habitación a preguntar?
Marcus: No, porque cuando desperté la televisión ya no funcionaba.
La cara de Mary básicamente me grita que soy un pelotudo. Miro a nuestro al rededor buscando algo distinto ahora que se que avanzar hacia delante no sirve.
En un cerro lejano puedo ver una columna de humo que sube hasta perderse en las nubes, eso es una señal, aunque no sabría decir si buena.
Marcus: mirá allá, ¿Lo ves?
Mary: eso no estaba antes.
Marcus: así es, lo que quiere decir que alguien acaba de encender fuego, vayamos allá.
***
Al llegar nos cubrimos detrás de unas rocas de nuestro tamaño. Puedo ver mejor la cima a poco más de 10 metros de altura, el humo sale de un gran agujero, no de una fogata como habíamos pensado.
Desde nuestra posición veo a varios espectros, son solo 6 y parecen estar jugando póker en el suelo. Están sentados a medio camino de la cima junto a sus armas, son palos de madera y pistolas de corto alcance.
Marcus: (susurrando), quédate aquí, y no mires, acabaré con ellos y luego exploraremos ese agujero, si lo están protegiendo es porque será importante.
Mary: ¿Los bas a matar a todos?
Marcus: soy de golpear primero y preguntar después.
Mary me mira con desaprobación, pero me da igual, después de todo este ha sido el método que me ha funcionado siempre y no voy a cambiarlo para su comodidad.
Tomo mi martillo del final y la parte más cerca a su maza, puede ser jodido luchar a larga distancia contra armas de fuego y sin mi armadura, pero creo que sería capaz de derribarlos lanzando el martillo antes de que disparen.
Me acerco hacia ellos, estoy a tres metros y aún no me ven, lo bueno de los idiotas es que no pueden prestar atención a dos cosas a la vez.
Voz anónima: atacando por la espalda como siempre, ¿No, Marcus?
La voz viene desde mi espalda y alerta también a los espectros, que tiran las cartas y se miran confundidos.
Maldigo y me giro, ya se a quien le pertenece esa voz y debería estar muerta.
Una chica de ya notorios 23 años está sujetando a Mary de la cabeza por el pelo, y la a obligado a ponerse de rodillas mientras aprieta un sable contra su garganta. Su pelo es negro y llega hasta la cintura, además es casi tan alta como yo.
Mary: Marcus, ¿Quién es ella?
Mujer: Pero hermanito, ¿No le has hablado de mi todavía?
Aferro mis manos más al martillo, de todos los problemas que podían habitar en mi cabeza el único que quería que no fuera real es el recuerdo de mi hermana.
Marcus: Lerena, no te llamaré hija de puta por respeto a nuestra madre querida, pero si creés que tu presencia me molesta, déjame decirte que solo es una nueva oportunidad para aplastarte la cabeza.
Lerena: seguís siendo el mismo forro del pasado, pero si estás acá es porque ni siquiera eso se te dio bien.
Marcus: no eres real, solo una locura de mi cabeza, esta vez no necesitaré que Dimitri te pegue un tiro por mí.
Lerena: ¿Si fuera una locura podría hacer esto? (Se aparta el flequillo y muestra un disparo de bala seco y cicatrizado). También estoy acá para mostrar mi valía y ser redimida pelotudo, y apuesto que llevo acá más tiempo que vos, pero encontrarte fue fácil, siempre dejas un rastro de sangre a tu paso, y ahora vine a joderte como vos me jodiste a mí, ¿Viste? (Aprieta más la hoja del sable a la garganta de Mary).
Marcus: ¿Cómo sobreviviste?
Lerena: vos vivís sin corazón, yo puedo vivir sin cerebro.
Marcus: ja, pero eso lo supe desde que te conocí.
Lerena se enfada conmigo y se descuida, entonces Mary saca su cuchillo de la falda y lo clava en la cadera de mi hermana.
Un espectro entra en pánico, mueve rápido su brazo y yo me aparto por instinto, cuando dispara ya estoy fuera del rango y la bala perfora el hombro de mi hermana, haciendo que suelte el sable y Mary pueda correr hacia mi dirección.
Yo cargo contra el grupo de espectros, martillo en alto, doy un golpe a uno en la boca y su mandíbula sale disparada contra el pecho de otro.
(Primera muerte, asesinato sin tráquea y por desangramiento).
Pego con la cabeza del mazo hacia arriba contra el cañón del arma de uno de los pistoleros, haciendo que se autoapunte, cuando aprieta el gatillo se vuela la cabeza.
(Segunda muerte, disparo en el cráneo).
Mi hermana grita mientras recoge su sable del suelo, Mary me dice algo pero no la escucho, mi mazo golpea en horizontal, partiendo un palo y enterrándose en las costillas de uno de los espectros.
(Tercera muerte, destrucción de caja torácica y pulmonar).
Los tres espectros restantes se han olvidado hasta de sus armas de fuego, se han ido corriendo en cuanto les he quitado la vista.
Mary: deberíamos irnos por el agujero, no sabremos si vendrán más espectros.
Marcus: pará, necesito información, quedaté atrás y no mires.
Corro hacia mi hermana, ella se sorprende y da dos pasos hacia atrás pero sonríe cuando estoy a punto de golpear su rodilla con mi arma.
*Clash*.
Lo que parece una espada terminada en cabeza de hacha con punta de flecha se clava en el suelo, y bloquea mi golpe antes de que toque a mi hermana.
Lerena: ¿A poco pensaste que vendría solo con ayuda de esos espectros pocos huevos?
Dos pies que salen del cielo me pegan en la cara, retrocedo sangrando de nariz y boca.
Entre mi hermana y yo hay un tipo con zapatos de metal, ropa blindada y una capucha de verdugo de la cual sobresalen unos ojos que parecen bañados en sodio.
Empuña su arma con la mano derecha y me mira desafiante.
Lerena: Verdugo, este es mi buen hermano.
Verdugo: ¿Este malandro de barrio? Pero si es un crío.
Lerena: si, de cualquier manera, tráeme su cabeza y la de su amigovia.
Estos putos me traen las pelotas al plato, no esperaba cruzarme con un neo cruzado, y menos uno que no he visto en mi vida.
Avanza hacia mi, da golpes largos y yo lo bloqueo con el mango de mi martillo, revestido con acero fino, aguanta bien los choques.
¡Puff!
En un choque más violento saltan chispas.
Salto hacia delante con el martillo en la derecha, mi mano izquierda empuja la navaja mariposa directamente hacia su ojo.
Spraff.
El verdugo atrapa mi muñeca y en un rápido movimiento la clava en la punta de lanza de su arma. Empieza a tirar de mi mano, la puta que lo parió en las puertas de un casino, me está rajando el brazo hasta el codo.
Pum, pum.
Dos disparos suenan, era Mary que había tomado una pistola del suelo y había disparado a mi hermana cuando iba a por ella. Mary no sabe de armas y el retroceso de la pistola le ha dado en la boca, pero mínimo ha perforado más el costado de mi hermana.
El verdugo se distrae por eso y aprovecho la oportunidad, con mi mano buena golpeo su cara con mi mazo en su quijada, como si fuera un puño, así me suelta.
Luego pateo la zona más importante de todo hombre y salgo corriendo a tomar a Mary del hombro.
Marcus: pasame el arma, yo los recago a tiros.
Mary no me responde, está de nuevo en su estado tembloroso con la boca sangrando, la puta madre, las minas dando problemas hasta en los trabajos más sencillos.
La tiro del brazo con fuerza antes de que el verdugo llegue por nosotros y me tiro junto con ella por el agujero de la montaña.
No está hueco, sino que llegamos a unas escaleras viejas que bajo a toda prisa, el verdugo parece haberse detenido a ver como está mi hermana.
No la pienso y una vez estoy abajo de las escaleras las golpeo con mi martillo, solo tengo que romper la base oxidada y todo el resto se derrumba solo, ahora hay una caída de 20 metros entre nosotros y mi hermana, no creo que venga.
Marcus: Mary, ¿Te encontrás bien?
Mary respira y expira muy rápido, reconozco su ataque de pánico, pero es más leve que antes. Mira la pistola y luego a mí.
Mary: yo, lo hice, le disparé a tu hermana.
Marcus: si, me hubieras dejado a mi y la recontracagaba a tiros en la cabeza, hicistes bien.
Mary: para wacho, ¿Y tu mano como está?
Marcus: andá sin preocuparte, de acá a media hora ya se habrá curado.
Me quito la remera y me envuelvo toda la zona cortada, con este calor y la presión adecuada, conseguiré sanar pronto.
Mary se sonroja y voltea para no mirarme, yo no me escondo de nada, ahora tenemos que explorar esta aparente estación de tren abandonada y hallar una forma de contactar con Víctor, el debería saber que hacer.
Capítulo 9: Linda Sofía.
Después de reencontrarme con mi hermana y ver qué sigue siendo una pelotuda que me tiene las bolas llenas tuvimos que huir al interior de un crater ubicado en la conchesumare.
***
Le meto un mordisco a un choripán de mi mochila para recuperar fuerzas mientras Mary camina a mi lado. Le pedí el arma y vi que solo tenía 5 balas, así que me la he quedado para usarla mejor.
Caminamos por lo que parece una estación de metro abandonada, hay un tren accidentado a nuestra izquierda y más adelante podemos ver una luz que intercala entre azul y rojo.
Mary: entonces, ¿Me querés decir porqué tu hermana quiere matarte ahora que también me quiere matar a mi?
Marcus: los demonios surgieron hace 5 años y los destrozos en Buenos Aires llegaron hace 3.
» Mi hermana estuvo conmigo hasta la muerte de mi madre hace 6 años, pero cuando se reveló el infierno en la tierra me abandonó, me dijo que solo era una carga y le dificultaba sobrevivir.
» Ella se refugió en una asociación llamada "La nueva inquisición", una boludez inventada por los católicos para disque salvar al mundo, yo en cambio, tras años de sobrevivir solo, me uní a "La Mano Carmesí", una agrupación de ateos dirigida por el culto que se opone a los guerreros católicos que se expanden, se llaman los Neo Cruzados, y eso es todo lo que diré.
Mary no responde, por su cara puedo pensar que está tratando de acordarse de algo, supongo que de lo que hacía antes de separarse de sus padres, pero no dice nada.
Lo cierto es que estoy podrido de traumas y enemigos, no puedo contarle todo a Mary porque no lo entenderá, y sobre todo no le puedo decir lo mucho que me recuerda a... Bueno, a ella.
***
Al llegar a la cabeza del tren vemos algo que nos deja confundidos. Es una criatura enorme, parece un feto mal parido con un solo pie y un ojo gigante de color rojo que a veces cambia a verde y llora un líquido rojo de bordes verdes.
Marcus (me pongo un paso delante de Mary y aprieto mi martillo): ¿Amigo o enemigo?
Mary: dale, baja el arma, ¿Qué le preguntás? ¿No viste que no tiene boca?
Tan ridículo era pensar que hablaría sin boca como pensar que no nos hablaría, estamos en mi cabeza y yo digo que puede hablar.
Criatura: si soy amigo o enemigo dependerá de vuestras acciones.
Miro a Mary sonriendo para burlarme de ella. La criatura nos ojea intermitentemente, pero comunicarme con ella parecía de lo más fácil.
Mary: ... (Guarda silencio).
Marcus: bueno, parece que hablas ponja así que preguntaré directamente, ¿Qué carajos eres?
Criatura: yo soy quien vigila y guarda este lugar, estás obligado a ser más respetuoso.
Marcus: mis pelotas, hoy me han chamuyado suficiente en el laburo, no vas a joderme en mi propia cabeza, por tu bien, ponele voluntad y decime...
Dejo de hablar cuando su ojo cambia de enfoque y, ¡Clash!
Marcus: ¡Aaaaa! Mi brazooo, jodeeeer, ¡La puta que te remil parió!
Me había dejado el brazo roto hecho un quilombo, todos mis huesos salían por toda la piel como ramas de un árbol de navidad decorado con sangre.
No puedo pensar en levantarme y atacar con mi martillo, me estoy recagando de dolor y caigo en mis rodillas.
Mary se para frente a mi, extendiendo ambos brazos, ocultandome de la vista del feto mal parido que me atacó.
Mary: para, por favor, te ruego perdones a Marcus, es un poco agresivo pero no lo hace por joder. Por favor, no buscamos problemas, solo salir de aquí.
El feto deforme deja caer otra lágrima y su ojo cambia a color verde.
Mary: (baja la voz y casi suplica mientras sigo en el suelo y mis rodillas no responden) por favor, empecemos otra vez, me llamo Mary Tsuki Donovan.
Criatura: se quien eres, por todos los años que llevas aquí.
(Casi suspiro aliviado, eso confirma que mi mente no la creó y por ende no es ella... No, pará boludo, lo está diciendo una criatura creada por mi subconsciente, puede ser mentira).
Mary: ¿Y vos cómo te llamas?
Criatura: no tengo nombre, porque no necesito uno.
Mary: ¿Como no? Pero yo me tengo que referir a vos con un nombre.
Marcus piensa: (ya se, le podés llamar el feto pelotudo de Marte).
Criatura: entonces llámame Marte-san, así me han llamado quienes me han visto.
Mary: ¿Y quienes te han visto?
Marte-san: todos los que me han encontrado buscando entender el subconsciente.
Marcus: para, para, ¿Ahora sos famoso? Más vale que empecés a hablar, porque cuando me levante...
¡Clash! ¡Clash!
Marcus: ¡La puta que te parió! ¡Mis piernas!
Mary: ¡Pará por favor!
Marcus: si, porque si me levanto...
Mary: te lo digo a vos, boludo, ¿Es que querés que te maten o algo peor?
¿Algo peor? ¿Qué me va a abrir el culo o que? La puta madre, si podría, mejor paro.
Mary: Marte-san, prometemos no darte más problemas, pero decís que otros te conocen, ¿Podrías decirnos quién sos? ¿Y cómo sabés de mí, si yo a vos nunca te he visto?
Marte-san: tú no me viste, pero si has visto todo lo que hice por ti, la luz, la comida, la bicicleta, y lo demás.
Mary:... (Guarda silencio, no estoy viendo su cara, pero seguro está asombrada).
Marcus: mirá San Martín, agradezco tu ayuda y el trozo carne que me morfé pero tenemos prisa, así que...
Marte-san: ¿Qué? (Me grita).
(A la mierda, me tragaré el orgullo).
Marcus: mirá, siento ser tan agresivo, así he sido siempre y siempre ha funcionado en mi laburo, pero se que no son formas de tratar con la gente, por favor, dejá que me pare y aclaremos esto.
Mary asiente en mi defensa, y Marte-san, supongo que conmovido, me vuelve a unir los huesos. Fua, me siento sin fecha de vencimiento.
Marcus: gracias, me portaré.
Marte-san: ahora haré yo las preguntas, ¿Acaso estáis buscando a Sofía?
Marcus: ¿Está candente?
Mary me da una cachetada, en realidad me he dejado golpear, era un buen chiste y pagaré su precio. Una bofetada es lo menos que espero de la chica que amenazó con arrancarme las pelotas.
Mary: ya Marcus, que ganas de romper la pija, ¿No querías información? Entonces escuchá en silencio.
(Se voltea a ver al feto lloroso) » No, Marte-san, no estamos buscando a Sofía, ¿Pero quién es ella?
Marte-san: ella es la fuerza primigenia del consciente, madre del Demiurgo y el ángel sombra del subconsciente.
(Chévere, otro lunático que habla en idioma esotérico, no pará, ¿A dicho ángel? Si, eso estoy buscando para ascender).
Marcus: al ángel ese, si, a ese buscamos.
La cosa esa casi parece asentir lamentando.
Marte-san: Sofía era la musa más grande del reino de las ideas (no te pregunté máster), por desgracia, su curiosidad también era una de las más grandes del reino de las ideas.
» Intentó ascender hasta la unidad, pero fracasó miserablemente, y calló en la segunda capa más baja. En ella, dio a luz al Demiurgo tratando de recrear lo que vio estando cerca de la unidad.
» Cuando vio que parió un ser cruel y un imitador rencoroso, formó al ángel sombra del subconsciente, él se encargaría de guiaros por el camino correcto para trascender el consciente universal y que podáis estar más cerca de la unidad.
» Luego procedió a dividirse en cuatro niñas, que representaban su inocente idea de ascensión, y esas niñas fueron;
- La niña que perdió su identidad.
- La niña que perdió sus pensamientos.
- La niña que perdió su mañana.
- La niña que perdió su casa.
» Encontrar a las 4 niñas, o lo que quede de ellas, y el ángel os guiará hasta la verdad.
Mantengo la boca cerrada, pensando que Mary dirá algo inteligente, no se, digo, yo solo me he enterado de eso de encontrar 4 minas, que si son tan ruidosas como Mary, no serán muy difíciles de hallar.
Marcus: perfecto maestro, una cosa más, ¿Si todo esto lleva aquí tanto tiempo como decís, por qué a mí me dijeron que estaba atrapado en mi cabeza? Digo, dale, te creo que esto se creara antes porque a Mary no la vi en mi vida, ¿Pero porqué la ciudad de ahí fuera se parece tanto a Buenos Aires?
Marte-san: este lugar no está lleno, no en el sentido que vosotros los humanos entendéis por lleno, es un reverso del conciente que se adapta a las conciencias que llegan. Técnicamente no te mintieron, si te encuentras en tu cabeza, eres una proyección sólida de tu yo mental, pero has llegado aquí de manera forzada, dime, ¿Te conectaron a este lugar?
Marcus: me abrieron la espalda y me metieron agujas ardiendo, ¿Eso cuenta?
Marte-san: si, con ellas interfieren en tu sistema nervioso, por eso pueden comunicarse contigo y en cierto modo tu puedes comunicarte con ellos, pero no es un método seguro, tu corazón o cerebro podrían interferir en la frecuencia, y aunque ya veo que lo primero no es un problema para ti, lo segundo si podría serlo, esta conexión iría mejor si estuvieras muerto, igual que tu hermana.
Marcus: a ver si entendí, ¿Entonces yo no creé este lugar pero si creo lugares y personas por mis traumas?
Marte-san: más o menos, pero si.
(No estoy entendiendo un choto, yo fui mandado acá a matar idiotas y tal vez a encamarme a una mujer sexy, esto me está dejando las bolas por el piso).
Mary: pará, entonces por eso los espectros salieron de la nada y me atacaron, vos los creaste.
Miro a Mary con una cara que dice; "pensé que había quedado implícito", pero ella piensa de inmediato otra cosa y se vuelve hacia Marte-san.
Mary: momento, ¿Por qué si yo llegué primero este lugar no tiene forma de ninguno de los recuerdos de mi mente?
Marte-san: porqué tú no eres un avatar mental, Mary, tú estás aquí en cuerpo y alma.
Capítulo 10: un mar de dudas casi resueltas.
Después de meternos en un agujero en la tierra y asegurarnos de que mi hermana no podía seguirnos, nos encontramos con un feto azul que nos dijo que Mary estaba atrapada en el subconsciente en cuerpo y alma, y en esas estamos.
***
Que Mary fuera una persona real en todo el sentido de la palabra explicaba muchas cosas, entre ellas que su forma fuera levemente alterada por mi mente para parecerse a ella. Pero, ahora el quilombo estaba en averiguar cómo carajos terminó aquí.
Mary: ¿Cómo? ¿Lo decís enserio?
Marte-san: no obtendría ningún beneficio por engañarte. Tu padre fue uno de esos científicos que estudió este lugar, y él mismo te mandó aquí para mantenerte a salvo del llamado "mundo real".
Marcus: pues hizo bien (estoy tratando de animarla), el mundo allá fuera está lleno de ciudades destruidas, muertos y católicos.
Marte-san: yo no tenía ninguna obligación de cuidarte, tu padre no contaba con un pequeño error de cálculos a la hora de pasar a alguien del plano físico al plano de la psique, cuando llegaste aquí sin parte de tu memoria y solo con el edificio que tu padre creó para ti, no pude evitar sentir simpatía, pero ahora que decides irte tienes que saber que ya no podré ayudarte.
Marcus: pará, ¿Y eso por qué? Podés crear comida y electricidad desde acá, y ves a la gente en el mundo real sin necesidad de canales, ¿Y no podés mandarnos comida?
Marte-san: tus riñones pueden generar piedras a partir de grandes cantidades de azúcar, ¿Podrías transformar azúcar en piedra con las manos?
Me quedo tratando de descifrar el gerogrifico que acaba de decirme. Miro a Mary, pero ella está más centrada en entender lo que han dicho de su padre, de nuevo, su mirada no refleja miedo, más bien curiosidad.
Marcus piensa: (al menos ahora no tiembla y llora, se está haciendo fuerte muy rápido).
Marcus: pues al carajo, ¿Al menos puedes matar a mi hermana o sus espectros desde aquí?
Marte-san: No, mi poder ofensivo solo funciona en esta sala y no creo que puedas traerlos hasta aquí.
Volteo la cabeza hasta ver el final del pasillo y la escalera hecha mierda. (Puta madre).
Marcus: Bueno, pues si no hay más información, ¿Cómo salimos de acá?
Marte-san mira el lateral del tren estrellado a su derecha, entonces una puerta enorme se abre en el segundo vagón.
Marte-san: os proporcionaré una balsa, remando en linea recta llegaréis hasta una tierra que parece hecha de pastel rosa, buscar los globos y seguir explorando, es todo lo que se, el resto de cosas cambian continuamente, y más ahora que tanta gente busca a las niñas de Sofía.
Mary y yo nos asentimos.
Mary: muchas gracias Marte-san, gracias por haber cuidado de mi también.
Marte-san: no hay por qué darlas, hice lo que pude con lo que tenía. Ahora tenéis que saber que la travesía que os espera no será fácil y nada os garantiza el éxito (nunca he tenido un laburo que me lo garantizara). Pero veo en vosotros algo que les falta a ellos, y eso es virtud.
» Chica, no dejes que el entorno te vuelva algo que no eres, pero deja que te vuelva lo que quieres ser.
» Y tú, Marcus, no creo que seas mala persona, pero tu confianza ciega puede engañarte, solo espero que cuando llegue el momento, sepas bien lo que hacer.
Marcus: ¿Qué me querés decir con eso?
Marte-san: ¿Crees que cuando completes tu objetivo te despertarás y te dejarán irte de rositas con el poder que consigas? Piensa en ello.
Miro a Mary, luego al feto llorón, estos enigmas me están pudriendo las bolas.
Marcus: ya lo pensaré.
Me dirijo a la puerta abierta mientras Mary hace una última reverencia de despedida. Desde el marco veo un extenso mar de tonos pastel, y solo tenemos lo que parece una balsa de goma rosa para navegar.
Marcus piensa: (carajo, ni unos jodidos remos. Bueno, remaré con el martillo).
Mirando más hacia el horizonte veo tres pequeños picos no más grandes que un alfiler, lo que indica que de cerca debe ser una enorme construcción piramidal. A falta de brújula, eso servirá para no perderse.
Me subo en la balsa y tambalea un poco, aguanta bien mi peso. Le extiendo la mano a Mary, la toma y la ayudo a subir, luego tiramos nuestras mochilas a la base para que la espalda descanse.
Se cierra la puerta y de pronto ya solo hay otro horizonte tras nosotros.
¡Ufff!
Bueno, a remar por 4 kilómetros con un martillo de guerra, será la hora más divertida de mi vida.
Capítulo 11: No, aún no tengo un plan.
Una jodida balsa y un "de nada", eso era todo lo nuevo que tenía a parte de la información que me está haciendo pensar.
Marcus piensa: (¿Qué pretendes Arphas, cabrón? ¿Creés que voy a ser tan pelotudo como para dejar que me vuelvas a traicionar? No, esa dos veces no me la hacés).
Mary está sentada en la otra punta de la balsa, mirando al horizonte cada vez más cercano y bebiendo agua de una botella.
Yo tendría que estar fumando un cigarro, pero se que me pedirá que lo apague en cuanto lo encienda, y ya que la travesía es larga, mejor no empezar peleas por pelotudeces.
Marcus: bueno, supongo que tu padre debió ser un tipo zarpado si te trajo aquí y te salvó de la literal apertura del infierno en la tierra.
Mary se acomoda más entre sus maravillosas piernas y sus brazos.
Mary: no lo recuerdo, enserio que me jode, pero no lo recuerdo.
Marcus: no hay que hacer drama, yo nunca conocí a mi padre y no salí mal.
Mary me mira y sonríe (incluso con la herida del arma en la boca se ve linda), lo considero un gesto amable hasta que pienso que se está burlando.
Mary: sabes Marcus, antes de que llegaras creí que estaría atrapada acá por siempre, pero ahora que podemos salir, no se si quiero, el mundo allá fuera no es bonito según lo describís.
Marcus: no, no lo es, es mayoritariamente un lugar escarpado lleno de mierda.
» América, África y Oceanía son dos desiertos nucleares llenos de demonios.
» Eurasia es mayoritariamente una tierra de nadie donde manda el más fuerte, que son los católicos en su mayoría.
» Italia y Oriente medio son los únicos lugares donde los católicos no joden, y aún así, hay protestas por las mismas cosas todos los días.
Mary se queda en silencio mirando el horizonte cada vez más cercano. Mi martillo se impulsa en el agua, que es cada vez más rosada (creo que incluso el aire empieza a oler a pastel, aunque puede que solo esté loco).
Mary: Marcus, ¿Por qué odias a los católicos?
Marcus: ¿Tú no lo haces?
Mary: no, mi madre era católica y mi padre protestante.
Marcus: ¿En Japón no odian el cristianismo?
Mary: son una minoría, pero no son odiados, posta, ¿De donde pensaste que venía mi nombre?
(No se, ¿De la esposa de yeims en silencio gill 2, quizás?).
» Me lo pusieron por el milagro de Akita, o al menos eso creo.
Marcus: bueno, yo no odio a todos los católicos, tengo un amigo que es católico ortodoxo (Dimitri), yo fui criado por una hasta los 10 años y viviendo de la caridad de un hospital católico hasta los 11, pero esos forros de los neo cruzados solo son fanáticos sin cerebro que andan buscando hacer más fanáticos sin cerebro.
Mary va a volver a hablar pero le hago una seña con la mano para callarla. Pongo mi mano recta encima de mis ojos para cubrirme del Sol y enfoco mi vista a lo que veo a un kilómetro de distancia, al lado de las tres tiendas piramidales puedo ver cerdos y sus cuidadores (la puta que lo parió, han traído demonios domésticos).
Marcus: carajo, vamos a tener que rodear ese punto, han traído varios bebés de belcebú a este plano.
Mary: ¿Qué son los bebes de belcebú?
Marcus: cerdos domésticos con demonios adentro. Cuando los Neo Cruzados consiguen someter algún demonio, los encierran dentro de los puercos y estos pueden escupir moscas y ser un dolor de pelotas.
» Si las moscas al rededor de los cerdos nos detectan, todos los cerdos mirarán en nuestra dirección y saltarán las alarmas... Se que no ves a esos hombres junto a los cerdos, pero son sus cuidadores, y seguro traen armas, acá en la balsa somos un blanco fácil.
Mientras pienso a que distancia nos podríamos acercar sin ser vistos, Mary parece mirar en otra dirección.
Mary: che, solo se alterarán si nos ven, ¿No?
Marcus: si, acá estamos a salvo.
Mary: ¿Y si les caemos desde arriba?
La miro como si no hubiera dicho la mayor pelotudez que he escuchado esta semana. Ella me señala a la derecha, allí, flotando sobre las aguas, hay un globo rosa flotando a la deriva.
Mary: si nos agarramos a ese globo, flotará hacia allá y les caeremos cuando descienda (jodeme que lo está diciendo enserio).
Marcus: Mary, ¿Qué droga consumistes mientras no miraba?
Mary: (frunce el ceño) escuchame, se que se escucha como una locura, pero tengo una conexión con este lugar que no podría explicar, y se que eso funcionará, confiá en mí.
Solo era un globo, de esos que le encantarían a cualquier niño, con colores brillantes, y Mary lo mira como cualquier niño lo haría mientras flota hacia nosotros, como si lo hubieran llamado.
Marcus: ¿Pero que mierda? Se ha movido hacia nosotros.
Mary: (estira su mano y agarra el hilo, como si todas las leyes de la física se rompieran, empieza a flotar suavemente) viste, nos llevará volando.
Tomo de la mano a Mary, levanta mis 82 kilos como si pesara lo mismo que una hoja y la balsa se vuelve un punto cuando la dejamos atrás y llegamos a los 20 metros de altura.
Marcus: (no debería extrañarme, es prácticamente un sueño, pero igual pregunto) ¿Cómo supiste esto?
Mary: andá a saber, no lo digo por joder, solo sentí que podía.
Mary me sonríe, por un momento su sonrisa es la misma que la de ella (ya boludo, déjate de joderte, que ella murió, asumilo).
Niego sacudiendo mi cabeza y Mary se ríe, a saber que piensa de mí, que cuelgo de ella con una camiseta a medio romper, un martillo atorado a una mochila, un fierro en un bolsillo y un paquete de cigarros en el otro.
Marcus piensa: (en su segunda carta Arphas me dijo que la habitación generaba una energía especial conmigo y con cualquier ser que se encuentre dentro, excepto la chica. Esa energía mataba, ¿Será que Mary transmite una energía especial también que le permite. . Crear globos y flotar? Nah, eso ni sentido tiene, ni siquiera acá).
***
Cinco minutos después ya estábamos sobre los cerdos y los demonios en cuerpos de cerdos, las moscas no miraban en nuestra dirección y nadie parecía notarnos.
Marcus: (susurrando) jodeme que esto funciona.
Mary: por supuesto, los hombres no tienen razones para sospechar y los cerdos no pueden mirar al cielo.
Marcus: ¿Cómo así?
Mary: no les da el cuello, es biología básica.
Prefiero no seguir cuestionando a la chica de primer mundo con estudios y 3 años mayor. Aunque no es la única que sabe sobre cerdos.
Me saco un cigarro de la cagetilla y lo prendo. Ella hace una mueca.
Mary: ¿En verdad te parece a vos el momento para fumar?
(Estas minitas, siempre hablando antes de tiempo).
Marcus: ¿Querés saber otro dato sobre los cerdos? (Expulso el humo de mi cigarro y cálculo de cabeza, hay 6 cerdos y ocho hombres, si le doy al del centro..., si, eso servirá). Son altamente inflamables.
Tiro mi cigarro como si fuera un dardo y en un segundo se mete en la raja de un cerdo, el mismo gruñe de sobremanera y luego explota, luego explotan los dos a su lado y luego los dos que quedan.
El resto de boludos grita y se tiran al suelo rodando para apagar las llamadas. Mientras me río, noto como el globo empieza a descender, entonces me vuelvo a percatar de Mary, a ella no le hace gracia el show de tripas y fiambres.
Me balanceo en su mano y me tiro esos 20 metros con el martillo hasta atrás de mi espalda, sujetándole con las dos manos.
Doy un golpe en arco hacia delante, y aplasto la cabeza de un soldado en llamas mientras piso ese suelo rosa (que mierda, se siente como pisar pastel de fresa).
Lanzo mi martillo y le abro los pulmones a otro pelotudo para que deje de sufrir, y mientras lo tomo, corro hacia el último vigilante vivo.
Este se revuelca en el suelo, y mi pie lo detiene pisando su cabeza.
Marcus: holaaaa (le digo lo más chocho de la vida) ¿Cuantos más como tú quedan por acá?
Considero un hecho que no me responderá cuando veo que su cara de culo arrugado tiene medio cráneo menos, así que solo le pateo, y eso le separa la cabeza del cuerpo (groso).
***
Mary se metió en la tienda de campaña más grande, hacía como que no había estado mirando los cadáveres mientras yo los registraba esperando a que llegara de aparcar el globo.
Luego revisé todo el perímetro, no encontré más vigilantes, y los que había muertos no tenían radios, supongo que solo eran una expedición.
Entonces entro a la choza después de Mary, y que me joda el peso hasta dejarme el culo más grande que la inflación, ese lugar era por dentro lo que no imaginarás por fuera.
Capítulo 12: Víctor, Zoe y otras caras conocidas.
Así que, básicamente, descubrí que Mary tiene cierto control de los sueños y cierta curiosidad por los muertos, ya la encararé cuando salgamos de acá.
***
El lugar era bastante grande para parecer una simple tienda de campaña andina. Era del tamaño de una habitación, tenía un escritorio, una alfombra con un gran círculo, un armario, una estantería y más cosas que me sudaron las pelotas cuando vi sobre el escritorio un televisor y rápidamente me acordé de Víctor.
Mary fue a ver los libros, de lejos reconocí el título de uno; "La interpretación de los sueños", de Sigmud Freud (bien, ya era claro que esta habitación pertenecía a alguien que no estaba sano de la cabeza).
El control remoto estaba al lado, puse el canal 67 y me encontré una escena que no hubiera esperado ver jamás; Dimitri estaba levantando su puño humano mientras tomaba a Víctor del cuello de la camisa con su mano de metal, y estaba a punto de estrellarle los nudillos en la cara.
Marcus: ¿Qué carajos? (Digo casi gritando).
Dimitri voltea la cabeza para ver la pantalla de la TV y al ver mi representación, luego mira a mí yo inconsciente y conectado a las máquinas.
Dimitri: ¿Marcus? ¿Eres tú, hijo?
Víctor: Por supuesto que es el, maldito loco, te dije que te esperaras, que no había señal.
Dimitri, el mismo viejo cabrón que primero golpea y luego pregunta, 76 años y todavía seguía energético.
Marcus: un gusto verte de nuevo, Dimitri.
Dimitri: por la tumba del Zar, hijo, creí que estos hijos de puta te habían matado y te iban a diseccionar.
Marcus: (si lo hacen se quedan sin pibe que les haga el trabajo sucio) Poco les falta, así me pagan los años de servicio, ¿Qué haces acá?
Voz anónima: yo lo traje.
(Reconocería esa voz en cualquier parte, y su orto todavía más).
Zoe sale en la pantalla cruzada de brazos, joder, es una histérica pero que buena está.
Dimitri: le pregunté que había sido de ti, y me dijo que habíais roto, pero como no quiero que vivas en pecado, te busqué para que os reconciliarais.
Marcus: Dimitri no jodas, ni estamos casados.
Dimitri: aún.
Marcus: (jamás lo estaremos).
Dimitri: le pregunté a Arphas que donde estaba tu destino y me trajo aquí, ¿Cómo se te ocurre aceptar esto?
Si le digo a Dimitri que Arphas me traicionó iniciará una masacre peor que la de Stalingrado, mejor que crea que acepté yo.
Marcus: dejarlo con Zoe me hizo darme cuenta de lo insignificante de mi vida, vine a encontrar el sentido aquí.
Zoe: pajero de mierda, fuistes vos quien me dijo que nuestro amor eran solo calenturas (y lo eran, no te querás hacer la víctima).
Dimitri: más razón entonces para que salgas de ahí y os caséis (vuelve a levantar su puño contra Víctor) me decís ya como le saco o hago desfilar tus dientes.
Víctor: que no lo puedo sacar, la puta madre, ¿Qué no escuchas?
(Cómo decía, Dimitri primero golpea y luego pide explicaciones).
Mary camina a mi lado hasta entrar en el rango de la cámara y ver a todos mis maravillosos amigos.
Zoe: pará, Marcus, ¿Quién es esa perra?
Marcus: (veo a Mary sorprenderse por ese insulto e instintivamente me pongo agresivo también) andate a la concha de tu vieja, Zoe, vos me pusiste el cuerno con el ex hace dos días, no podes exigir nada.
Zoe: ¿Te andas cogiendo a una rubia ojos azules porque yo me vi con mi ex para comer?
Todos miramos a Zoe, tanto nosotros como los del otro lado del televisor.
Marcus: ¿Rubia? (Quizás sería la luz, el pelo de Mary era bastante claro, ¿Pero ojos azules? ¿Eso de donde lo sacó?).
Zoe: si, la niña que viste de verde con falda que tenés a tu lado y tiene cara de que todo le importa un choto.
Mary se voltea, pensando que talvez hay alguien más en la habitación que no estamos viendo.
Mary: ¿Hablas de mí?
Zoe: no, de Bruno Cerati. Claro que hablo de ti, estúpida.
Dimitri: Zoe, esa niña no es rubia, es castaña, y parece una muchacha de 14 que mira confusa un horizonte destrozado.
Zoe: Dostoyevski, no me quieras chamuyar, se lo que veo.
Víctor: ¡Y que tal si me dejáis hablar a mi que soy el que sabe, hijos de puta!
Víctor empuja a Dimitri, y este tan confuso como el resto, se deja, porque si le devuelve el golpe lo mata.
Víctor: esa es la señorita Mary Tsuki Donovan, es una anomalía dentro de la cabeza de Marcus, y es lo que nos interesa. No la estáis viendo como es realmente, la estáis viendo como vuestro cerebro creé que es.
Mary se adelanta hasta mí, supongo que tanto a ella como a mí eso nos recordaba a lo que Marte-san dijo; "no dejes que el entorno te vuelva algo que no eres, pero deja que te vuelva lo que quieres ser".
Mary: ¿Como lo sabes? ¿Vos qué conocés de mi?
Víctor: porque tu eres la única elegida viva, Mary (puta madre, otra vez nos quieren mentir, ¿Qué nadie en la puta organización sabe decir la verdad?). Veréis a otras 4 niñas como ella en la mente de Marcus (o si, porque estamos en mi mente, claro), no tienen poder, pero si interactuais con ellas os las podréis llevar (¿Qué son items de un videojuego o qué?).
» Contactarme tras eso y, tal vez (¿Tal vez? ¿El cabrón ha dicho tal vez?), podré sacarte y darte tu análisis psicológico, ¿Donde estáis ahora?
Saco un cigarro y lo prendo, (la puta madre, valla que necesitaba uno).
Marcus: ¿Dimitri, vos te acordás de aquel matadero donde descubrimos como elaboraban los bebes de belcebú?
Dimitri: no me jodas así.
Marcus: pues acá andamos.
Víctor voltea la vista y mira una pantalla con líneas verdes que suben y bajan (¿De verdad me han puesto un polígrafo? ¿Qué este pelotudo aún no se enteró que no tengo corazón?).
Dimitri: (me mira cruzándose de brazos) hijo, si me lo pides, obligo al cientificillo este a qué te traiga de vuelta y luego nos vamos a por unas buenas botellas de vodka para que Zoe y tú hagan las paces, o el amor, lo que antes surja.
Marcus: (sonrió al ver que sigue siendo el mismo) Nah, tranca Dimitri, no quiero volver a mi basura de vida, saldré de aquí y luego ya veremos qué sucede.
La pantalla empieza a dar interferencias, aparece un ojo burlón entre ellas (ta que lo parió, no esperaba eso).
Marcus: Víctor, ¿Por qué carajo se va la señal?
Víctor: seguramente sea culpa de la energía que la señorita Donovan transmite donde va, es la misma que la mantiene estable en el sueño y no la hace bosta como pasó con las otras cuatro niñas (seguro estoy de que eso es una verdad a medias), ¿Necesitas otra pastilla o algo que prender?
Miro mi cigarro, y noto en la nuca la soberana mirada de desaprobación que Mary me lanza.
Marcus: nah, está bien así el asunto, me comunicaré de vuelta lo antes que pueda, chao.
Dimitri: Adiós hijo, cuídate, ¿Vale?
Marcus: a sus órdenes mi general.
La pantalla se apaga, que gracioso es el acento ruso de ese hombre, no se cómo Mary no se ha reído al escucharlo hablar en castellano (un momento, pará). Me giro sorpresivamente a ver a Mary que ya va a por otro libro.
Marcus: jodeme, wacha, acabas de entender y hablar castellano.
Mary me mira como si le hubiera preguntado que ocurrió el 4 de junio de 1946.
Mary: obviamente que no, estaba hablando japonés como tus amigos.
Marcus: ninguno ha hablado japonés (será que la televisora traduce automáticamente para que ambas partes se entiendan), are you understanding me now?
Mary: yes, porque mi padre era estadounidense y se inglés, ¿Qué queres demostrar? Solo hablo inglés y japónes.
Me hubiera gustado seguir con la conversación, pero se empezaron a oír gruñidos fuera, y también pasos pesados, como del calzado que usan los milicos.
Marcus: (tomo mi martillo y voy a la puerta, con la otra mano saco la pistola de 5 balas) *suspiro*, a laburar.
Capítulo 13: tercera regla del juego.
Ya he descubierto porque Mary me recuerda a ella, además pude contactarme con Víctor, Dimitri, y desgraciadamente, con Zoe. Solo espero que esto termine pronto, porque me van a estallar las pelotas si no es así.
***
Esto era peor de lo que pensaba, llegaron 10 hombres armados con rifles de asalto, 8 bebes de belcebú y un jodido ciborg con carga de plasma, la mitad de lento que un oso, el triple de mortal.
Son un pelotón con muy pocas personas, por lo que supongo que solo son tropas de reconocimiento. Bueno, con todo el fuego, sangre y tripas hay poco reconocible por acá.
Salí de la cabaña pegando tiros, dos disparos exactos que dieron a los cuidadores en la cabeza.
El ciborg empezó a recargar plasma, tengo 10 segundos antes de que tonifique todos sus músculos y se vuelva un problema saltarín.
Gasto dos balas más en dos boludos que intentaron salir corriendo pa avisar a más gente mientras los seis restantes toman posición y usan al ciborg como cobertura.
Me tiro cuerpo a tierra tras una cobertura que parece una roca de glaseado y caramelo. Las moscas empiezan a revolotear a mi alrededor y los cerdos gruñen (ja, no saben la que les va a caer)
En cuanto el primero de los cerdos está cerca y abre su boca para morder, me saco el cigarro de la boca y lanzándole como si fuera un dardo, le entra flechado en los intestinos.
¡Bum!
(Bendito el día en que Abdel me enseñó esto).
Tacho cinco muertes más, salgo corriendo desde la nube de fuego y mierda, martillo en mano desde el extremo del mango.
¡Spatras!
Esquivo el disparo de plasma ya lanzado moviéndome a la derecha, múltiples balas atraviesan mi cuerpo, pero no apuntan bien y ninguna da en los huesos.
Cuenta atrás otra vez, el ciborg no avanza, (tengo una suerte que ni me la creo, se trajeron uno a control remoto para esta expedición, de ser automata ya tendría lápida con fecha).
Lanzo un golpe que viene desde abajo en las narices de un cerdo, el jodido se hunde y sale disparado hacia atrás, revienta como un globo de agua (o de sangre en este caso) contra el ciborg y deja ciego a los demás inútiles.
Tercera regla del juego: nunca te quedes quieto si tu rival anda hacia ti.
Embisto con la cabeza de mi martillo como si fuera un ariete en el intestino delgado del ciborg. Lo echo para atrás rodando y con sus dos metros y media tonelada de peso rueda plastando a los 4 hombres a su espalda.
Dos logran apartarse en direcciones opuestas, al de la derecha le doy una piña con mi antebrazo en sus dientes, lo que le tira al piso. Al otro le doy un piñazo en la garganta antes de que me pueda apuntar.
Toda mi visión se llena de moscas, los dos putos cerdos me muerden las piernas y casi llegan a mis tibias.
Atrapa al boludito que no está en el suelo, tomo la cabeza con un brazo, con casco y todo, tiro con todas mis fuerzas y le meto el cráneo en las tripas del cerdo. El cabrón grita mientras una nube de moscas le comen el rostro.
Pateo al otro cerdo en la cara, me suelta, e inmediatamente salto hacia atrás, justo a tiempo para evitar un disparo de plasma que ya había sido lanzado y borra al cerdo, dejando solo polvo y sus patas.
(La puta madre, nunca me acostumbraré a esquivar el plasma, no hace ruido al ser disparado y tiene tres cuartas partes de la velocidad del sonido).
Caigo a por el robot humanoide con toda mi rabia, de un martillazo le hundo la rodilla en el suelo como si fuera un clavo en madera. Cuando está de rodillas, le apunto con la pistola en la cabeza y lo hago bosta de un fulminante tiro en el ojo que al salir explota la mitad de su cabeza.
Me echo el martillo al hombro y camino hacia el hombre que he tumbado, que se está arrastrando para tratar de irse. Levanto el martillo con las dos manos, supongo que no necesitará las piernas para responder.
Mary: ¡Maaarcus! ¡Esperá, no lo matés!
(La minita armando quilombo y sacando ideas apresuradas, nada nuevo).
Mary llega corriendo hasta mi, sus pies llenos de sangre de fiambres y cerdos.
Marcus: dale, no iba a matarlo.
Mary: alzaste el arma (toma mi brazo y dejo que baje el martillo hasta dejar la cabeza en el suelo). Mirá, intentémoslo de otra forma, necesitamos información de a donde ir para buscar... Ya sabés.
Marcus: bueno, dale, pero ciertas cosas las haré a mí manera (pateo superficialmente la cara del soldado, quitando su casco y gafas protectoras). Verás wachin, cargo poca paciencia y acá mi amiga tampoco está de humor, necesito respuestas, ¿Vos las tenés? (Le pregunto en español, que por su cara de turro, se que lo habla).
Soldado: Si, yo, lo intentaré, no me mates por favor.
Mirándolo bien, el tipo no era tan viejo, 20 años como mucho, estaba cagado hasta las patas.
Mary: dale, lo primero que quiero saber es que estáis haciendo aquí.
Marcus: (interrumpo antes de que el soldado hable) para, para, para... ¿Vos le entendiste? Si habló castellano.
Mary me observa como si le acabara de decir que el agua es respirable.
Mary: ha hablado japonés, lo entendí perfectamente.
Marcus: (miro al tipo que parece estar menos confundido que nosotros) empezá a rajar o acá se va a formar un quilombo.
Soldado: yo hablo italiano, pero pasa que cuando entramos acá nos tomamos una pastilla que nos hace entender todos los idiomas y que cuando hablemos, sino lo pensamos, también hablemos de forma que todos entiendan.
(Eso debe ser lo mismo que me dio Arphas, cabrón mentiroso, otra vez ocultando información, me dijiste que era para hablar ponja, aunque bueno, eso explica porque entiendo a Mary con expresiones argentinas en su japonés... ¿Hará la TV algo parecido y por eso Mary podía entender y ser entendida?).
Mary: entiendo, pero no queremos saber eso, ¿Por qué vinisteis acá vos y los cerdos?
Soldado: estábamos huyendo, no esperábamos encontrar a nadie y menos que nos atacaran.
Marcus: pará, ¿Algo os hizo huir?
Soldado: si, era una mujer muy pálida, como de nieve.
Marcus: ¿Y os dieron orden de efectuar una retirada?
No me contesta, la respuesta es obvia, su ineficiencia disparando ya me había hecho sospechar pero verlo ahora tan joven lo confirma, solo huyeron con lo que traían a mano del campo de batalla, por eso tomaron al ciborg más inútil.
Mary: ¿Una mujer pálida los andaba atacando?
Soldado: (asiente) mató a 50 de los nuestros, fue un ataque a traición, nadie nos avisó de su presencia, se supone que estos lugares están vacíos.
Mary: no lo están, pueden transformar tus traumas.
Soldado: no si te mandan en cuerpo completo o con la mente muerta.
(Ya pará, mucho que asimilar chavón, ¿Hay tecnología para enviar cuerpos completos? Claro, así mandaron a Mary, y ya la perfeccionaron si mandan milicos sin amnesia y hasta fiambres como mi hermana, ¿Y por qué a mí me mandaron conectado con una espina de metal? Ni pa que engañarse, obvio lo hicieron para que dependiera de ellos y venderme la idea de que estoy atrapado en mi mente).
Mary: suficiente, eso responde todas nuestras preguntas.
Marcus: eh, ¿A sí?
Mary: si, (empiezo a notar un pequeño corte en su voz, esta minita es un libro abierto cuando quiere), ya no necesitamos más, pero...
Marcus: (suspiro y miro al tipo) wachin, hoy andás de suerte, no te voy a matar.
Mary me mira sorprendida (soy un forro a veces, y la caballerosidad me la paso por el forro a veces, pero no quita que también tengo un poco de bueno, pero tengo).
Marcus: solo entregame tu arma, la mía se quedó sin tiros, y te podés ir por donde viniste, pero sabé que si nos vemos de nuevo va a ser al pedo, porque vas a compartir cajón con los que traigas.
El tipo parece entender perfectamente, desenfunda un arma de mano de calibre corto, es el mismo modelo que la pistola que usé, y trae 30 tiros. Luego se va por donde vino dejando huellas, eso nos servirá para saber cómo salir de aquí.
Cuando el chavón desaparece de nuestra vista, yo me volteo rumbo a la cabaña a por nuestras mochilas.
Mary: (me detiene de un brazo) vos le perdonaste la vida, ¿Por mí?
Marcus: te salvé del trauma de verme matar un boludo otra vez, de nada.
***
Glu, glu, glu.
Tras tomar algo de agua y comer un poco de mis reservas, me pongo la mochila, me ajusto el martillo a la espalda y recargo el fierro, no se cuando podré tener una recarga de munición y es mejor prevenir con mi única arma de larga distancia.
Mary también ha descansado un poco, y aparte a tomado dos libros que dice nos serán útiles porque hablan del subconsciente (esa boludez ni servirá, porque seguro que son del psicoanálisis de Freud que se la pasaba todo el día pensando en penes y su mamá).
Por último, llenamos nuestras reservas de agua con ese agua del mar después de que comprobara que era potable, sabía a H 2 O de PepsiCo.
***
Díez minutos después seguimos las huellas en silencio, nuestros pies dejan algo de sangre a su paso, si que ensucié cuando barrí esos puercos.
Mary: che, acá entre nos y ya con más confianza, ¿Por qué no le contaste a Dimitri que te volviste a encontrar con tu hermana?
Marcus: ¿Y vos por qué ves a todos los muertos con curiosidad?
Mary se detiene (bien wacho, tan sutil como siempre).
Mary: ¿Y cómo me preguntás eso ahora?
Marcus: lo mismo podría decir, será muy forro de mi parte, pero si vos querés información de mi yo quiero tuya de vuelta.
Mary camina unos minutos en silencio, solo siguiendo las huellas del suelo, a veces desvía la mirada hacia las heridas de bala de mis articulaciones que ya se están curando.
Mary: no entiendo la muerte.
Marcus: ¿Eh?
Mary: esa es la razón, no entiendo la muerte.
Marcus: ¿Qué hay que entender? Vivís lo más piola, alguien te mata, te mueres, no hay más bola.
Mary: para vos será sencillo si llevás viendo muerte desde los 13, pero yo hace 10 horas no sabía que era la muerte, y ahora voy con vos y todos mueren por dónde pasas, no se que hago conmigo.
» Yo no debería ver un cadáver y seguir lo más feliz de la vida, pero después de disparar a tu hermana y caminar entre tripas, no se, no me afecta.
» Una piensa que tendría la mirada del primer muerto en mi mente cada que pestañeo, pero ya no le doy importancia, y no me tiembla la mano cuando tomo el cuchillo, ya no.
Marcus: Podés decirlo.
Mary: ¿Qué cosa?
Marcus: que te preocupa ser un monstruo como lo soy yo.
Mary se detiene, la miro de soslayo, no me puede engañar, es lo que toda persona normal piensa al verme. . . Es lo que ella pensó al verme.
Mary: ... (Guarda silencio).
Marcus: soy de mandar todo al carajo y lanzarme a la batalla por una causa mayor, esa es mi filosofía de vida. No soy un héroe, ni siquiera soy el bueno, solo mato y sobrevivo.
» No eres un monstruo por no sentir nada al ver un cadáver, o por asimilarlo más rápido que los demás, podría pasar que solo sea efecto secundario de tu amnesia.
» Yo elegí ser así, porque es eso o regresar a mi vida de mierda. Y no se que haré después de esta misión, solo se que voy a tratar de terminarla con el culo tan intacto como la empecé y sin darle problemas a nadie.
» ¿Para que decir a Dimitri que mi hermana está acá? Solo lo preocuparé, y no es como que pueda hacer algo.
» El mundo se va al carajo, las manifestaciones, muertes y traiciones son cosa de todos los días.
» Si con esto gano un poco de tranquilidad, es lo mínimo que quiero.
Mary solo asiente, y seguimos avanzando, abrirme emocionalmente rompe a más personas de las que ayuda, ni siquiera me ayuda a mí (o Mary, das más problemas de lo que aparentas).
Capítulo 14: un demonio de fuego contra una mujer de las nieves.
Ahora no me apetece recordar nada en general.
***
Las pisadas terminan en un tramo de mar poco profundo, a lo mucho nos llegará el agua hasta la cintura, lo que es claro es que tenemos que llegar al otro lado, pero ni que fueramos ranas para que el agua no nos retrase al caminar.
Marcus: si querés te podés subir a mis hombros y te llevo hasta la otra orilla.
Mary: (sonriendo) tranca, tengo un plan mejor.
Mary estira una mano, como si esperase que asi se formara un puente o algo similar, pero en lugar de eso, un globo viene flotando desde más allá de la otra zona de tierra pastelosa donde se ven los colores de una pequeña fuente en el suelo, más bien un charco, o eso veo yo.
***
Tras esperar 5 minutos a que llegara el globo, y otros 5 minutos de trayecto hasta el charco, la verdad si pienso que hubiera tardado menos llevando a Mary en la espalda. Pero ya no me importa, con todo esto mis heridas ya se han curado, ando listo para aguantarme con quien sea.
El charco es de un color rosa claro, parece más una loción o un portal, es como si me pidiera enjuagarme el rostro para empezar la mañana.
Meto mis dedos en el charco.
Voz anónima: ¡Jajaja!
Levanto el fierro y le apunto a todo, Mary se echa atrás sorprendida y levantando las manos.
Mary: ¿Qué haces loco? ¿A qué apuntas?
Marcus: la risa, esa risa desquiciada, ¿De donde salió?
Mary: ¿Risa? ¿Qué risa?
Marcus: ¿Qué no escuchaste una risa detestable, como de mujer alta?
La cara de Mary solo me confirma que me estoy volviendo loco.
Marcus: bien, olvidalo, que se yo, imaginaré cosas, ¿Entramos?
Mary: dale.
Salto al portal y al salir me recago en todo, la puta madre hace un frío que me podría dejar las pelotas cuadradas. Mary también sale, ninguno de nosotros está mojado, pero si tenemos un frío del carajo.
Marcus: puta madre, que mal día para traer manga corta.
Mary: este jersey tampoco ayuda.
Veo entonces como le ha salido un jersey verde de mangas largas, ¿O lo llevaba ya consigo? No se. Lo que si veo bien es que estamos dentro de un iglú.
***
Una vez salimos encontramos algo peor, la cabeza del soldado que vimos empalada en una estaca y un cartel colgado de su boca en el que pone; "Roma no paga traidores". Lo habían hecho con ganas y ya llevaba 15 minutos acá.
No hay rastro de su cuerpo.
Marcus: no me la puedo creer, si fue tan boludo como para regresarse con sus tropas.
Mary observa detenidamente la cabeza y el cartel, como si quisiera corregir las faltas de ortografía del mismo.
Mary: ¿Cómo tenés esa cara? Vos mismo le ordenaste regresar.
Marcus: no me chamullés, era solo una amenaza para que no jodiera cerca de nosotros, no pensé que realmente volvería.
Mary se vuelve a fijar en los ojos, unos oscuros que no se mueven aunque reflejan, como si fueran vidrio.
Mary: ¿Y qué debo hacer ahora?
Marcus: todas las minitas iguales, el chabón se muere pero el problema grave lo tenés vos.
Mary: dale Marcus, ahora no te hagas el antisocial, vos ves muertos todo el día, pero para mí esto no debería ser normal, ¿Por qué no puedo ser normal?
(A la mierda todo, se lo voy a decir).
Marcus: ¿Y vos con que soñabas atrapada allá en tu edificio?
Mary: ... (Guarda silencio).
Marcus: respóndeme y acabaremos rápido.
Mary: yo, no me acuerdo, había medusas mirando charcos de sangre y a veces me encontraba demonios, o bocas de embarazadas decapitadas, ¿Qué importa?
Marcus: mucho importa, llevas demasiado tiempo aislada, y tu primera interacción fue verme aplastar idiotas, tu mente a perdido hasta los recuerdos más importantes de tu familia, ¿Te crees única por eso?
Mary: ... (Guarda silencio).
Marcus: escúchame una cosa, olvidar, hacerse insensible y seguir luchando, así funciona el juego, y esas reglas no se cambian con sentimientos, si no estás dispuesta a seguir, entonces podés volver por donde llegaste, pedile a un globo ayuda o lo que quieras, pero no sigas hablando de problemas emocionales, porque ya no le voy a dar más bola.
(Tal vez) había mejor forma de tratar el tema, (seguramente) tendría que haber seguido con la careta amable, pero ahora que se porque se parece a ella, no tengo que estar aguantando llantos de minitas por cosas que superé desde los 10 años.
***
Caminamos un poco más, Mary está enfadada, su mirada en el suelo y totalmente apartada de cosas como la extraña cama que hay entre unos árboles, los aproximados 50 cuerpos de milicos enterrados en 7 centímetros de nieve y por sobretodo, la inmensa ventisca que tapa los sonidos de disparos, las explosiones de plasma y el fuego.
(No, jodeme que no veo lo que veo).
Marcus: ¿Pero que mierda hace acá un demonio de fuego?
Era una criatura negra de tres metros, su casco parecía un cráneo de Pitbull con picos y sus hombreras parecían un cráneo de dragón. De las mismas y de su cabeza brotaba fuego en cascada y parecía que llevaba un pelo largo.
Todos su cuerpo era una armadura roja y naranja, parecía como si llevara un esqueleto incrustado en la piel, como un guerrero que se viste con la piel de un enemigo para transmitir un mensaje de advertencia.
La última vez que nos enfrentamos a uno de esos Dimitri perdió un brazo. Solo que esta vez no éramos nosotros los que luchábamos, era una figura fantasmal que volaba en el ojo de la ventisca, atacando con un remolino de hielo y aire helado a ese demonio.
Los pasos de la criatura empezaban a ser torpes, tendrían que haber estado peleando por horas para lograr que se cansara, pero sus llamas ya no parecían calentar tanto, no debía llegar al promedio de 1600 grados centígrados que acostumbraba.
Se notaba que habían estado peleando un buen, todos los soldados y ciborg que habían servido como fuego de cobertura estaban muertos, enterrados bajo la nieve como los cuerpos que ya habíamos visto. Poco más había en el lugar, salvo más iglúes y varios árboles.
Mary: (señala al demonio) ¿Qué es esa cosa?
Marcus: ¿Sabés que es un oso?
Mary: obvio que si.
Marcus: pues lo mismo, pero 100 kilos más pesado, agresivo y escupe fuego.
Como si el demonio me quisiera dar razón, escupió un gigantesco torrente de fuego de su boca, era como un lanzallamas enorme, pero pasó por la mujer de las nieves sin causar un rasguño.
Marcus: ¿Y vos sabés quién es ella?
Mary: es la Yuki-onna, un espíritu tradicional de acá de Japón, ¿Vos creés que es una de las niñas de Sofía?
Marcus: puede que sea, miremos el perímetro, si lo que Víctor dijo es verdad, solo necesitamos tocarla, de momento esperemos a que el demonio muera, no me apetece quemarme las pelotas.
***
Nos movemos rodeando la zona, el demonio esquiva ataques, y embiste corriendo a 4 patas, pero la mujer de las nieves sale rápido de su rango, moviéndose hecha ráfagas de viento (quizás el demonio la atrape en una de esas y la derrita, nah, no me comeré la peli, sus oportunidades son nulas, y si no quiero que me hagan cagada a mí o a Mary, tengo que pensar una estrategia).
Mary y yo entramos a un iglú que había por allá, pienso que tal vez pueda encontrar algún suministro, de momento lo único que tengo para luchar con el frío es mi mechero, pero eso no me servirá si un puto demonio de fuego ya la está pasando mal con la ponja nevada.
En este iglú no hay nada, probamos mirando en otro (nada), luego en otro (nada), luego en un cuarto (sorpresa, también nada).
Solo nos queda uno donde mirar, pero está cerca de la zona donde empieza más fuerte el tornado de nieve (no, ni cagando voy allá para volver a encontrar nada).
Marcus: bueno, creo que podemos esperar a que el demonio se muera, así la jermu de las nieves se calmará y ya le caigo por la espalda saltando desde un árbol (que cagada de plan, pero ni loco me meto a un tornado a que se me congelen las pelotas).
Mary: ¿No miraremos que hay allá? (Señala el último iglú).
Una llamarada pasa peligrosamente cerca de la entrada, y la jermu de las nieves se enoja más, lanza una lanza de hielo directamente contra el demonio, atravesando su corazón. El demonio grita y se retuerce, pero su propio fuego cicatriza sus heridas para no desangrarse y así volver a atacar.
Marcus: ¿Eso responde tu pregunta?
Mary: (me mira y frunce el ceño) escuchame una cosa, ¿Vos de verdad pensás que esperar sirve? Pueden caer más refuerzos para el demonio.
Veo como la jermu tira una cascada de hielo y nieve directamente contra la cabeza del demonio, apagando su fuego momentáneamente, como si fuera un cerillo al que soplan.
Marcus: mirá, ya contemplé esa posibilidad, pero solo sería esperar más, ¿Vos la ves a ella en problemas?
Creando una lanza nueva, la jermu le atraviesa un brazo al demonio mientras pasa volando sobre su cabeza, veo entonces una gran cantidad de cicatrices en el demonio, no resistirá dos más de esos.
Mary: Marcus, por favor, escuchame, siento lo mismo, ese iglú trae algo, debemos ir a ver.
Marcus: pues hacelo sola.
Mary me mira como si le hubiera dicho puta.
Mary: ¿Por qué no me querés ayudar?
Marcus: No soy un héroe, te lo repito por si se te olvidó, primera regla del juego: nunca des la espalda a tu enemigo, esa ella no se la sabe, cuando eso ocurra voy por ella.
Mary: ¡Ya estuvo bueno! (Mary me grita, y si no fuera por los rugidos del demonio a 20 metros de mi, me hubiera preguntado de qué llamara la atención de la mujer de las nieves) ¿Por qué sos así de repente? Pensé que eras buena honda, me salvaste la vida carajo, y también perdonaste a ese soldado, pero desde que salimos de la casa del mar rosa, solo me hablas mal, ¿Qué te hice?
Marcus: no armes quilombo por una cosa así (digo y ni la miro), solo estoy serio porque ya tengo un plan, y es bueno, vos solo decís una boludez tras otra desde la inexperiencia (bien, creo que me estoy pasando de cabrón, pero si no eres duro las minitas no te entienden).
Mary: pues hacé lo que te dé la gana, yo voy a ese iglú.
Mete su mano en los bolsillos y saca el cuchillo como si le fuera a servir, no se si tiembla por frío o por miedo, pero se ve igual de boluda que el espectro que me amenazó con una navaja mariposa. La detengo de la muñeca antes de que haga una tontería.
Marcus: párate un rato (ella gira, su mirada parece muy asustada, casi tanto como cuando la vi por primera vez, mira sobre mi hombro).
Mary: ¿No es esa tu hermana?
Marcus: no jodas (tardo medio segundo en girar y llevar mis dos manos al martillo en posición de ataque).
Entrecierro los ojos, y veo más allá de la nieve y el viento, pero mi hermana no está en ninguna parte. Lo que si noto son los pasos que salen corriendo lejos de mí, al voltear nuevamente, Mary ha salido corriendo hacia la entrada del iglú.
(El día que las minitas me hagan caso y no me toquen las pelotas volveré a creer en los unicornios).
El demonio grita por última vez, 3 lanzas de hielo le han atravesado el pecho, todas de un metro veinte, y todas le salen por la espalda, como si fueran las flechas en los brazos de San Sebastián.
Sin distraerme mucho por eso, corro hacia Mary y la consigo abrazar cuando ya está por entrar a la cueva, sus dedos apenas rozan la entrada cuando la mujer de las nieves gira la cabeza 180 grados y nos mira (puta madre, ya la cagamos).
Me pongo de espaldas para parar una oleada de viento que nos empuja dentro del iglú, helandome hasta los huesos (no es exagerado, carajo, si no fuera quien soy, mis riñones ya estarían congelados y yo sería fiambre en conserva), una cosa es clara, todos los suministros de mi mochila ya fueron. Chocamos contra una pared y caemos en algo, sin darle bola me pongo de pie y tiro la estructura de la puerta de un martillazo, un pequeño agujero que nos tapa y deja a oscuras, así ganaremos tiempo.
Marcus: (enciendo mi mechero para mínimo verle la cara a Mary) la puta madre, todas iguales, y ahora sois dos las que me dais problemas.
» Dale, a ver, mostrame porque esta cagada de sitio es tan importante, ¿Qué energía mística nos trajo y que mensaje superior al conocimiento esotérico convencional se encuentra aquí?
Mary no me mira ni le da bola a mi sarcasmo, solo mira al suelo y cuando lo enfoco con mi mechero, contemplo un cadáver de una niña. . . Tiene los ojos abiertos, pero más que muerta parece estar descansando (si, en el descanso eterno, esto ya lo he vivido).
Trae algo entre las manos, pero le dejo de tomar importancia cuando la entrada y medio iglú salen despedidos por los aires. La mujer nos mira con ira, como si hubiéramos cagado en las ofrendas de su templo. Yo me aferro al martillo con fuerza y las dos manos, Mary parece que me dice algo, pero la ignoro, solo me centro en la mujer, los vientos aumentan al mismo momento que ella toma una lanza del pecho del demonio de fuego y tirando hacia arriba parte un tercio de su cuerpo en vertical.
Pues nada, me mando de cabeza a la acción, pero esto Mary me lo va a tener que reconpensar con algo más que palabras, que como dice el dicho; “los que te salvan, en la noche…”.
Capítulo 15: un martillo contra una mujer de las nieves.
No aprendí cuando mi hermana me abandonó, no aprendí cuando me traicionaron, no aprendí cuando Zoe me puso el cuerno y como no aprenda ahora, esta no la voy a contar.
***
Me siento un salmón contra corriente cuando corro contra una ráfaga de viento helada, doy una vuelta de 360 grados en mi propio eje con el martillo extendido, destrozando toda la nieve y granizo, casi alcanzo a la jermu en la cabeza, pero atrapa mi arma con el lateral derecho de su lanza.
Va siendo buen momento para decir que su arma es una bien zarpada, de los samuráis antiguos o qué se yo, si no me equivoco se llama "yari", y es más un tridente que una lanza rudimentaria.
En lo que dura el forcejeo, saco con una mano el fierro del bolsillo mientras empujo el martillo con la otra. Tengo su cabeza en mi foco, y le pego tres tiros.
¡Bang! ¡Bang! ¡Bang!
La jermu de las nieves se vuelve viento helado antes de que el primer disparo le alcance, yo tiro mi arma lejos y me adelanto en diagonal cuando siento que mis dedos se mueren.
(La puta madre, los dedos me arden por el frío y casi no los puedo mover).
La jermu vuelve a tomar forma, viendo sobre su hombro veo a Mary que parece estar abrazando al cadáver del iglú mientras trata de ponerse de pie (bueno, haré más tiempo huyendo).
Corro de espaldas mientras veo a la Yuki Onna formar otras tres lanzas a medio metro de su cabeza, me las lanza todas y yo me aparto, las tres quedan una sobre otra clavadas en un árbol.
Yo las uso de apoyo, subo por ellas solo con los pies, como si fuera una escalera recta, mientras saco y enciendo dos cigarros.
La jermu de las nieves está centrando la ventisca al rededor de las ramas en las que me escondo, respiro los dos cigarros dejando que la nicotina entre a mí cuerpo y el calor deshaga el cigarro, cuando ya están consumidos a la mitad me los llevo a los dos dedos que tengo muertos y el calor hace que los pueda volver a mover y que la sangre vuelva a circular.
Me quito la mochila de la espalda y la tiro hacia otro árbol, es empalada en pleno vuelo por una lanza y yo en cambio salgo del árbol hacia otro. La Yuki no se hace mucho de pedo con el señuelo, y de una fuerte ráfaga de aire empuja tres árboles, quitando hojas y ramas, pero no importa, yo salto de árbol hecho mierda en árbol hecho mierda con mi martillo en la mano izquierda con casi tanta agilidad como un orangután.
Una lanza pasa cerca de mis costillas, y otra cerca de mi corazón, (maldita ponja fantasma, para tener los ojos tan cerrados tiene muy buena puntería). Yo en cambio estoy más atento del terreno y al fin llego a una zona que me gusta.
Caigo sobre una rama con todo mi peso, es algo fina y la parto, así caigo con ella de cobertura en mi espalda, y en ella se incrustan las tres lanzas. Pivoto antes de que atraviesen los 10 centímetros de madera y me den hasta las costillas. La rama cae de pico, y yo golpeo las tres lanzas clavadas en horizontal con el codo, rápidamente tomo los tres mango de lanzas rota.
La jermu nevada viene volando por mi tan rápido como un caballo de carreras, le lanzo los tres mangos, ella crea un tornado de inmediato, dos se desbían, pero una de las baras vuelve hacia mí, entonces la golpeo con todas mis fuerzas con mi martillo en un revés, igualito que hacen los tenistas.
La jermu abre sus ojos rasgados tanto que parece occidental, y aunque se desvía hacia la izquierda, la bara se clava en su pierna igual (¿Qué pensabas? ¿Qué ser viento en parte te salvaría? Si su propio arma podía empuñarla, su propio arma podría dañarla).
Levanta una mano y los vientos se arremolinan en el cielo, me desplazo más al punto que quiero y entonces me aparto con un salto hacia atrás cuando una cascada de aire y nieve se estrella contra el suelo, levantando todo como un puño en el agua, los cuerpos a medio enterrar ahora salen, soldados con huesos rotos, rastro de suelo quemado y varios ciborg autómatas (todo es parte de mi plan).
Esquivo una lluvia de lanzas en gran parte, pero una séptima me atraviesa el hombro izquierdo, sin querer suelto el martillo, cuando estiro mi otro brazo para tomarlo, una ráfaga de viento lo intercepta y me congela la sangre.
Marcus: (retrocedo tres pasos antes de gritar y mi pie da con un ciborg) ¡La puta que te parió!
De un pisotón rompo el costado del ciborg, toda su gasolina me empapa las piernas y la espalda. La jermu es precavida y me vuelve a atacar con una ráfaga de viento a máxima velocidad, pero yo soy más rápido, enciendo y tiro mi mechero a mis pies.
¡Puff!
Prendido en llamas resisto el viento que viene, atrapo al robot a mis pies con las dos manos y se lo lanzo a la Jermu. Todo el cuerpo del hombre máquina está ardiendo, y cuando lo lanzo ya han pasado los 5 segundos que las llamas han tardado en reaccionar con el plasma.
¡Bumm!
Toda la máquina estalla, la jermu de las nieves a descendido a toda velocidad para no quedar atrapada en una explosión que casi la deshace, y allí le caigo yo con mi mejor salto desde un punto ciego.
A la muy puta le da tiempo a crear una lanza y empalarme el corazón, pero yo solo me río.
Marcus: ¿Qué no te diste cuenta aún? No tengo corazón.
¡Bius!
Por segunda vez en esta hora se me ponen rígidas las pelotas al atravesar a la Yuki Onna, paso por ella como si fuera un alma de nieve, mi cuerpo orgánico no puede tocar la forma espiritual (me la creí, pensé que era intangible por ser viento y siempre fue un alma).
Una nueva cascada me entierra en la nieve, no solo me quemo con el hielo y casi me parto los huesos al chocar a 60 kilómetros hora contra el suelo, también soy arrastrado por otra corriente complementaria que me tira contra un árbol después de hacerme rodar por el suelo hasta apagarme.
(Si, hasta acá llegue).
La Yuki Onna levanta las dos manos, genera ocho lanzas, o Yaris (son la misma mierda), y cuando está por lanzarmelas todas, Mary llega corriendo, se pone delante de mi.
(¿Cuando a llegado? ¿Tanto tiempo he estado siendo barrido? ¡Si me había alejado para que huyera! Puta madre, nada ya, los dos moriremos juntos).
Mary: ¡Pará ahora!
Trae algo en las manos, algo que pone en alto al estirar los brazos, y yo lo veo de espaldas (me distraje más contemplando por última vez las piernas de Mary). Parece una muñeca de. . . De la misma Yuki Onna, y ahora el aspecto de Mary también cambia para mí, veo en ella a la niña dormida del iglú, como si fuera la abstracción de su idea manifestada en una persona real.
La Yuki Onna baja las manos, el viento y la nieve poco a poco cesan y el Sol toma el lugar que había ocupado el paraje nevado. Estamos en la calma tras la tempestad y no se cómo sentirme.
Mary se sienta abrazando sus propias rodillas, y abraza a la muñeca como si estuviera en un sueño profundo. En un parpadeo la Yuki Onna está a su lado, pero no hay reacción, es como si Mary hubiera entendido perfectamente todo, ella la contempla con calma.
Mary: estuviste encerrada en ti misma, te proteges como un tesoro, aunque solo quieres volver a jugar con la nieve, blanca y pura, sin que nadie te moleste, ¿No es así?
Yuki asiente.
Mary: se lo que es eso, lo entiendo, ayúdame a entenderte.
Mary le estira la mano, y la Yuki Onna la estrecha, luego se deshace como un muñeco de escarcha al Sol.
Mary voltea para mirarme con la muñeca entre sus manos, ahora es totalmente inofensiva. Ella en cambio tiene la piel más pálida, y el cabello más largo y casi azul, Mary se ha transformado en la Yuki Onna.
Marcus: ¿Sigues siendo tú, o debería preocuparme?
Mary: deberías aprender a hacerme más caso.
(Ya la cagué, espero que Abdel no tuviera razón cuando dijo que deberle la vida a una mujer es como estar casado pero sin el derecho a sexo).
Marcus: bueno, pues ya que, así aprendo yo.
Mary: (crea una lanza de hielo que pone mirando con la punta al cielo) che, sabes una cosa Marcus, ya vas teniendo edad de aprender de otras maneras, has sido un forro conmigo desde que te pregunté sobre Dimitri y tu hermana, y está bien, yo entiendo que fue una pregunta personal, ¿Pero que te pasó, boludo? ¿Por qué ya te crees con derecho a darme órdenes y no hacerme caso?
Marcus: dejá de flashear flaca, estás sacando conclusiones al pedo.
Mary: ¿Por qué ya te crees con derecho a darme órdenes y no hacerme caso?
Marcus: ¿Por qué preguntás lo mismo otra vez?
Mary: tengo esa costumbre, la de encerrarme en una sola pregunta y darle vueltas, así pasaba los días y las noches en mi edificio, así que permití que insista, ¿Por qué ya te crees con derecho a darme órdenes y no hacerme caso?
Marcus: ja, una vez me torturaron por tres horas con agujas calientes en las uñas de los pies, ni te creas que...
Mary: ¿Por qué ya te crees con derecho a darme órdenes y no hacerme caso?
Marcus: enserio, no te va a funci...
Mary: ¿Por qué ya te crees con derecho a darme órdenes y no hacerme caso?
Marcus: ¿Qué no sabés decir otra...
Mary: ¿Por qué ya te crees con derecho a darme órdenes y no hacerme caso?
Marcus: ¡POR QUÉ NO ERES ELLA!
(A la mierda, estallo con todo en su cara).
Marcus: porque pensé que podría reencontrarme con ella otra vez y tú no eres más que una imitación barata, ahora ni eso.
Todo mi cuerpo late, las heridas abiertas me duelen, mi cuerpo quemado tirita por el frío en una ironía propia de un poema, y Mary solo me mira sin entenderme.
Mary: ¿Qué no soy... Ella? ¿Quién ves cuando me miras, a Zoe?
Marcus: ya quisiera esa petera ser la mitad de mujer de lo que ella fue.
Mary: ¿Quién es esa "ella"?
Marcus: (cruzo una mirada que me duele, como me gustaría seguir viviendo sin tener que pensar en eso nunca más, solo me queda susurrarle a Mary unas dolorosas palabras) lo cierto es que no lo sé, he olvidado su nombre, solo recuerdo su rostro, y no por la razón correcta.
Mi maldita cabeza recuerda otras vez el cuerpo sin vida, la silla con sangre, y el bisturí que me destruyó el corazón.
Capítulo 16: calma tras la tormenta de nieve.
Así que, básicamente, despues de vencer a un pequeño pelotón, obtener información sobre una de las niñas de Sofía y enfrentar a una jermu de nieve que había matado a un demonio de fuego, lo más peligroso que tenía que hacer era decirle la verdad a Mary.
***
Mary: yo ya te conté todo sobre mí, y tal vez no sea justa pedir lo mismo de vos, más cuando tenés más pasado a tus espaldas, no te guardo rencor Marcus.
» Ahora creo que tenés que hacer una cosa más, vení conmigo.
Me pongo de pie lo mejor que puedo, Mary me entrega la lanza que formó para que la use como bastón (bueno, añadiré esto a la lista de favores que tengo que devolver).
***
Llegamos hasta la cama entre los árboles que antes vimos, Mary recorre las sábanas y el edredón hacia atrás, y yo pongo el cuerpo de la niña que levanto con un solo brazo, tumbado para que pueda descansar. Mary la cubre, le da un beso de buenas noches en la frente y le cierra los párpados.
La chica del iglú parece descansar al fin, y cuando su cuerpo se ha mimetizado con las sábanas sonríe y desaparece.
Mary se lleva dos manos al centro del pecho, por su expresión puedo decir que siente un calor repentino, y no es solo culpa del reluciente sol de invierno en lo alto, que alumbra la nieve pero no la derrite.
Mary: una de cuatro, ya podemos seguir.
Suspiro, de nuevo la veo y su rostro se asemeja demasiado al de ella, no puedo ocultarlo más.
Marcus: pará Mary, hay una cosa que necesito decirte, y tiene que ser ahora por el bien de mi salud mental.
Mary asiente, se sienta en el borde de la cama ahora vacía y yo me siento a su lado.
Marcus: te dije que desde que me dejó mi hermana hasta que me uní a "La Mano Carmesí" pasó un tiempo, bueno, no empecé directamente en el campo de batalla.
» Mi primera misión, donde gané mi martillo de guerra, consistía en proteger una base de enfermería. Era una reserva de la reserva, en un sitio seguro donde no se necesitaba mucho personal, fue acá donde conocí a mis dos mejores amigos, Dimitri que me entrenó y Abdel que me pasaba la droga.
» Y con droga me refiero a que me morfaba lo que fuera; mariguana, crack, hachís psicodélico... No importaba.
» Bueno, eso no era legal, pero al menos andar duro me alteraba la realidad y me hiciera olvidar el dolor del entrenamiento o mi pésima situación de vida.
» En una de esas, Abdel me dio una nueva, tan potente que te hacía ver ángeles, o eso decía... No se si vi ángeles, porque lo único que se es que ella me encontró vomitando por los pasillos y me llevó a la enfermería.
» Te podés preguntar ahora, "che, ¿Eso como lo sabés?", lo cierto es que no lo sé, ha pasado tanto que suelo recordar esta historia de maneras distintas.
» Lo que si se es que lo primero que vi al despertar fue a ella, fua, en verdad pensé que estaba viendo un ángel; cintura fina, cara de 17, pelo marrón que le llegaba hasta los hombros y una sonrisa más perfecta que cualquier cosa. Si no fuera porque ella me había dislocado la pierna con mi propio martillo, la hubiera propuesto matrimonio allí mismo.
» Lo de la pierna no lo hizo a la mala, pasa que no podía justificar mi presencia en la enfermería por causa de las drogas, así que se inventó que me disloqué la pierna y eso me hizo vomitar mientras caí por las escaleras y quedé inconsciente.
» Posta que esa mujer parecía tener una solución para todo, y no es para joderla, porque su plan funcionó a las mil maravillas y nunca me hicieron preguntas. Aunque acá entre nos, creo que fue porque exceptuando a Dimitri y Abdel, no le importaba a nadie.
» Luego busqué la forma de devolverla el favor, me presentaba allí a ayudar cuando tenía tiempo, y un mes después ya estábamos saliendo.
» Por ese tiempo mi formación ya había terminado, y estaban empezando a mandar tropas por recientes ataques. También empezaban a faltar recursos internos porque muchos se mandaban al campo de batalla, así que entre los altos mandos empezaron a pensar en matar a los enemigos capturados, ladrones y lunáticos que teníamos en cana allá donde nos encontrábamos, para no gastar suministros en ellos.
» Ella no estuvo de acuerdo en esta idea, pensaba que la reinserción social era posible, y su área de enfermería también trataba a los pibes de bajos recursos de entre 15 y 22 años que les fallaba la cabeza o que para sobrevivir chorreaban a otros. Los altos mandos no querían quilombo, lo sometimos a votación, ella fue el único voto en contra.
» Discutimos esa noche, me echó en cara que no apoyara su idea (como si dos botos contra 17 mil fuera a hacer mucho), me dijo que si ella hubiera pensado como yo, estaría fiambre vomitando en un pasillo, que la había traicionado y que no nos volveríamos a ver.
» Le fui a dar una semana para que bajara los humos, yo la seguía amando y seguro estoy de que ella también quería seguir andando conmigo, pero nunca sabré la respuesta.
» Un ejército de Neo Cruzados atacó por sorpresa nuestra base en la noche, yo supe que ella estaría trabajando sola y desprotegida, así que me dirigí a su zona de enfermería a ver si la encontraba bien, ¿Y qué creés? Me la encontré muerta, un chavón de 20 la había golpeado con una silla y le encontré bajándose los pantalones.
» Ese cabrón trastornado estaba loco, ahí estaba la inútil reinserción social que ella defendía... Cuando llegó la guerra a nosotros, este choro de 80 kilos la mató con una silla y quería debutar con ella fría. Por eso no soporto a los violadores, ellos y yo no podemos coexistir, no lo permito.
» Me lancé a él martillo en mano, ni iba con ganas de cagarlo a piña, iba a matarlo, pero primero le haría sufrir. Con la primera piña en la mandíbula lo tumbé y luego de un golpe de martillo le aplasté las bolas y la tula, sonreí viéndolo gritar.
» Ahí fue cuando cometí el error de confiarme, me giré para ver si ella de verdad estaba muerta, y el chavón se levantó, tomó un bisturí de la mesa y me cortó justo a la altura del corazón, múltiples veces.
(Me retiro parte de la camiseta para que se vea bien mi cicatriz que casi parece de un ataque de oso).
» Él tenía 20, yo no había cumplido 16 aún, creo, me agarró de sorpresa, y con mis últimas fuerzas le tomé la cabeza y la estrellé contra la mesa que tenía más cerca, le hice una brecha que por suerte le mató.
Desperté semanas después en un hospital, por suerte Abdel me encontró antes de que me desangrara, y me pudieron atender. Me removieron el corazón y como no tenían forma de hacer un trasplante, experimentaron lo mejor que pudieron. Hicieron de mi cuerpo un sistema como el de los platelmintos o los equinodermos, uso mis propias tripas para impulsar la sangre de mi cuerpo y esa constante energía también acelera la regeneración de mi cuerpo, por eso no me preocupan las heridas superficiales, como una estrella de mar.
Al terminar mi historia Mary está totalmente en silencio, solo deja su mochila a sus pies y reflexiona.
Marcus: ese día es un trauma que no supero, aunque a veces lo olvide porque me pierda en mis excesos. En la cueva de Marte-san te conté que no era la primera vez que una mujer me traicionaba, traté de convencerme que esto fue su culpa, que me traicionó al romper conmigo pero solo es un reflejo egoísta de mi mente para no volverme loco.
» Si no recuerdo mal me preguntaste porque no me traumatizo al ver cuerpos de fiambres, bueno, es que de dónde yo vengo los locos son un lujo que no nos podemos permitir, no acepto la realidad y me drogo para evitarla, cierto, pero si enfrentara la realidad no acabaría bien.
» Solo me queda esto, no voy a volver a verla, porque no hay nada después de esta vida, y si lo hay, se que no iré al mismo lugar que ella.
Como veo que Mary sigue sin saber que decir, recurro al mejor recurso cómico conocido (mis traumas mis chistes).
Marcus: ahora que sabés la verdad no me vayas a psicoanalizar con Freud, no quiero que pienses que quiero cochar con mi madre.
Me río pero Mary no se ríe, solo hace una mueca preocupada.
Marcus: dale wacha, era un buen acote, no te preocupes, hay más peces en el mar, y está Zoe, que no es que sea mi novia, pero es excelente en los petes, así que es como mi amigovia, tú sabes.
Mary me da un sanwichito de carne y papás, hecho con los restos de nuestra primera comida y recalentado para guardarlo en las reservas de nuestras mochilas.
Mary: ya vi que tus reservas se hicieron bosta junto a tu mochila mientras peleabas con la Yuki Onna, así te ofrezco de las mías. Vos me ofreciste comida en mi segundo ataque de nervios, obviamente que no es lo mismo que un plato completo, pero espero que así quedemos a mano.
Lo tomo, aún está caliente, lo envolvimos en papel de cocina y se ha conservado bien. La miro, me sonríe, es una sonrisa única y propia, le sonrio de vuelta.
"Gracias", le digo antes de morfarmelo. Si, cocino como muchos sueñan, y creo que me sabe mejor con la mente despejada.
***
Voz anónima: ¿Qué carajos? ¿Como mataron al demonio de fuego?
Grita una voz que reconocería hasta si gritara entre las llamas del infierno.
Mary se levanta, y yo con ella, no parece que nadie nos haya visto, es más, somos nosotros quienes nos acercamos desde lejos para ver de espaldas a mi hermana, el verdugo y unos 6 espectros.
Mary: ¿Quién ha hablado? (Me susurra mientras se transforma en Yuki Onna por si necesitamos pelear).
Marcus: (señalo un celular que mi hermana carga enfocando al cuerpo del demonio) Ha hablado la persona del otro lado del celular, ese es Arphas.
(Pues si quería hacérmela dos veces el cabronazo).
Capítulo 17: No mandes a un demonio a hacer el trabajo de un hombre.
Le conté mi pasado a Mary y ahora me siento un poco mejor, también descubrí que Arphas si que quería traicionarnos (a la de 3 finjo sorpresa), porque está aliado con mi hermana y los neo cruzados. Hora de lanzarse a la sangre, hora de lanzarse a la felicidad.
***
Escondidos detrás de unos árboles, escuchamos a Arphas gritar desde el aparato de mi hermana, hasta el verdugo que la sigue se ha tapado las orejas.
Arphas: la puta que os parió hijos de vuestra renegrida puta madre, dejáis que el pajero de Marcus se escape, ahora dejáis que un demonio se muera y seguís sin tener a la chica.
Lerena: ¿Y nosotros de que vamos a tener la culpa? Vos fuiste el pelotudo que lo mandó acá en primer lugar.
Arphas: no le hubiera mandado si vosotros, ejército de pocos huevos, hubieseis querido acercaros a la niña, pero no, andáis a llorar como nenas por si os mataba a los hombres la pastillita experimental o por si el mundo os mataba con vuestros traumas antes de conseguir llegar a ella.
Lerena: bajá los humos hijo de remil putas, que a los jefes de tu culto todo poderoso tampoco les dieron los huevos para pararse acá.
Arphas: el culto les dio 4 putos demonios de fuego y se les ha muerto uno, borregos inútiles, ¿Cómo lo lanzaron a qué se la arme con la mujer de las nieves? Les dije que solo la señorita Donovan podía tocarla.
Lerena: seguro el demonio rompió su sello, boludo de mierda, no saben controlar a la gente van a saber controlar demonios, por eso hay altas manifestaciones en la Torre de Babel.
Arphas: eso también es parte del plan, vieja pelotuda, ¿Sabes si quiera donde estás parada?
Lerena: se que trabajo para los Neo Cruzados, no para vos, así que vas cerrando el orto, que si tanto querés a mi hermano hecho fiambre, ¿Por qué no lo desconectas vos mismo?
Arphas: porque necesitaba que guiara a Mary hasta que la atraparais, y si lo hubiera desconectado antes los pelotudos de Dimitri y Abdel me hubieran sacado las tripas por el ano.
(Jajaja, si, eso hubieran hecho).
Lerena: pues andá a desconectarlo ahora, y que te proteja tu querido culto de esos dos cabrones, ¿O es que solo eres una perra más a su servicio?
Arphas: cerrá el orto, lo haré, pero luego encuentren a la chica, se suponía que el demonio debería haber matado a Marcus, luego la Yuki Onna al demonio, y entonces se hubieran hecho con ella. Recuerden que la necesitamos viva, solo ella puede tocar a las otras niñas de Sofía.
Lerena: ya te oímos, ahora rajá a la conchetumare, que tenemos trabajo.
Mi hermana termina la llamada.
Marcus: (miro a Mary) ya escuché suficiente, ¿Vamos?
Mary: ¿Es necesario matarlos a todos?
Marcus: esos de allá son espectros, miralos bien, su piel es grisácea, técnicamente ya están muertos, solo estamos liberando sus almas. (Che, escusa toda estúpida, pero no es mentira, aún así, ¿Desde cuándo tengo que justificar la muerte de los idiotas, se unieron a mí hermana, obvio que no son buenos).
Mary: está bien, generaré una ventisca como cobertura, ocupate del tipo del hacha, yo voy por tu hermana.
(Eso sonó mal).
Asiento y martillo en mano me lanzo a la acción corriendo.
(Cuarta regla del juego: nunca luches en un terreno que no puedas poner a tu favor).
La ventisca nos cae en cuanto Mary se vuelve completamente una Yuki Onna y activa su efecto, todo el grupo de mi hermana mira al cielo o a su alrededor sorprendidos por la nieve, y cuando el primer espectro se quiere dar cuenta de mí, mi martillo le sale desde abajo y le parte la mandíbula, sacándole la cabeza también.
Tomo el arma que tenía entre sus manos, una Glock modificada de calibre 7'62 milímetros (como un Fusil de francotirador PSL) y con velocidad de 340 metros sobre segundo.
Tomo el arma y abro fuego contra los espectros que tienen rifles de asalto y similares antes de que el verdugo se gire a verme. Todos los espectros con armas de fuego están muertos y solo quedan unos cuatro con palos y navajas.
El verdugo toma su hacha y va por mi, le disparo 7 veces, pero él esquiva las balas con su rápido zigzag y las que le llegan de cerca a toda velocidad las detiene con hacha.
Ahora está a un metro de mí y descarga un golpe trazando un amplio arco, pero lo esquivo saltando a la derecha. Empuño mi martillo del extremo con la mano izquierda mientras guarda la pistola (las balas no sirven con este tipo que las puede esquivar y no quiero volver a perder mi única arma de fuego).
Una fuerte corriente de viento helado trata de empujarnos a los dos, pero el verdugo con sus botas de metal ni se mueve, y a mí me llega poco aire. En cambio, los espectros que iban a ir a ayudar al verdugo salen disparados por los aires.
Mi hermana clava su sable al suelo para no moverse con el viento, y mira como Mary le cae del cielo lanzando varios yaris.
Mi hermana se mueve rápido a favor del viento y los esquiva todos aunque retrocede. Lo que no puede esquivar es la cascada de aire que le cae desde arriba, enterrándola en la nieve como a mí me pasó, solo que ella queda boca arriba escupiendo sangre.
El verdugo la escucha toser, eso distrae un segundo al pelotudo de nuestro intercambio de golpes, y le pego alto mazazo en la coronilla, esto hace que empiece a botar sangre de la cabeza. Antes de que mi mazo baje del todo lo freno, y arremeto con una estocada directa a su corazón, pero él logra bloquearla con su arma en horizontal, aunque el suelo se marca porque le hago retroceder un poco.
(Sangre, ahora soy feliz).
Intenta lanzar un golpe a mis piernas y lo salto como si fuera una comba, intento golpear sus costillas en horizontal, pero lo esquiva inclinándose 75 grados hacia atrás.
(El cabrón es bueno).
Las cabezas de nuestras armas vuelven a chocar, yo lo empujo hacia arriba constantemente, si logra deslizar su filo por mi mango me puede cortar los dedos.
Mientras, Mary cae sobre Lerena, la punta de su yari está directamente en la garganta de mi hermana, su sable está cerca de su cara, pero Mary no le tiene miedo porque no puede tocar su forma de espíritu.
Mary: ¿Por qué me andáis buscando?
Mi hermana no responde, solo desliza las manos hasta la altura de su cara, como si fuera a decir que se rinde. Mary acerca más la punta al cuello, sus ojos antes curiosos, ahora reflejan furia.
Mary: no me hagas repetirme dos veces.
El yari pincha superficialmente a mí hermana, y mancha un poco su punta de hielo de rojo.
Mary: ¡Responde!
Lerena: andate a cagar, forra.
Lerena golpea la lanza con la muñeca, tontamente se genera un corte profundo, pero desvía el arma lo suficiente para que no se lo clave en el momento que toma su sable y con un arco corto, le da justo en el brazo a Mary, casi le llega hasta el húmero.
Mary: ¡Aaaaaa! ¿Pero como?
Lerena: ¿Te creíste que por ser un espectro te salvarías? Mi sable es demoníaco, del mismo tipo de energía que usamos para encerrar demonios en cerdos, que te jodan piba.
Mary se separa de mi hermana generando una gran explosión de aire, pero está perdiendo mucha sangre. Yo no dejo de mirarla, y aunque puedo parar varios golpes del verdugo, uno me confunde, suelta su hacha en mitad del intercambio, se adelanta repentinamente y entra en mi rango de manera que solo el mango de mi martillo le da debajo de las costillas, y no la maza en si.
El verdugo parece disfrutar ese dolor y el muy cabrón me pisa el pie con su metal. Yo le doy un cabezazo antes de que pueda empuñar bien su hacha. Pero el hijo de la gran puta que lo parió es muy rápido tomando posición y me clava el otro pie al suelo con la punta de su arma como si clavara una bandera de la victoria.
Lejos de dejarme tumbar, le doy un puñetazo en todos los dientes y le hago saltar dos, luego saco un gancho directamente a sus ojos de sodio, y el me lanza uno justo debajo de las costillas, todos mis intestinos se revuelven y me tira hacia atrás, partiéndome el pie.
(Por lo menos así salgo de estar clavado).
Marcus: morite cabrón, te voy a hacer bosta.
Le pego dos tiros a los pies, salta y me cae con un golpe que parece mate de baloncesto. Pero yo predigo donde va a caer, y trazando un arco desde abajo con mi maza, consigo darle con toda precisión en la entrepierna, aunque el consigue clavarme su hacha entre el hombro y el cuello.
Verdugo: jajaja, maldita cabra loca, esa jugada no me la sabía.
Dice el hijo de puta antes de vomitar hasta el postre de hace tres días, pero yo le parto la mandíbula con una buena patada zurda. Me quito su arma y la tiro al suelo, pero los espectros de antes vienen por mi usando sus palos.
Bloqueo un golpe con el antebrazo, y del puñetazo que le devuelvo le doy la vuelta a la cabeza. Pateo en el páncreas a uno y le quito su navaja, a otros dos les junto pateando el hígado de uno con el talón y luego con la navaja en un solo tajo diagonal paso del hombro de uno hasta la pelvis de otro, sus tripas rojas salen para manchar el suelo.
(Hablando de sangre que mancha el suelo, ¡Mary!).
La veo a lo lejos, está volando y lanzando yaris a Lerena, pero su puntería no es buena, su experiencia en combate es peor y con la pérdida de sangre doy por hecho que no se concentra. Lerena atrapa una lanza al vuelo que iba más lenta de lo normal y la devuelve atravesando el brazo dañado de Mary, lo que hace que grite y caiga hacia un lado.
Marcus: la puta madre, ¡Mary ya voy!
Pero gritar no me sirve, el verdugo me atrapa y casi comprime por completo mi pie dañado, no puedo correr tan rápido como este hijo de puta. Me levanta por el aire y me tira hacia atrás, mi nuca choca directamente con la parte de arriba de la puerta de un iglú, y por la desorientación suelto mi martillo de guerra.
(La cabeza empalada a unos pasos de mí me recuerda dónde estoy).
Miro al verdugo por encima del hombro, Lerena se está abalanzando hacia Mary, pero en un momento repentino, Mary hace que salga una lanza del suelo que raja toda la pierna de mi Hermana y le atraviesa toda la articulación del codo, haciendo que suelte el sable.
No puedo ver la mirada de Mary, pero apuesto a qué no es de curiosidad, sino de rabia. Con esos ovarios al rojo vivo, saca su cuchillo, patea la mano libre de mi hermana con sus fabulosas piernas y le clava la mano al suelo de una puñalada.
Ahora que está a salvo, tengo que estar a salvo yo.
Pateo la estaca con la cabeza del soldado directamente hacia el verdugo, tal como pensé cuando le vi esquivar balas, él la esquiva, pero yo telegrafío ese movimiento, y de un salto en ángulo le atrapo del cuello con una mano, mis pies se cierran en su cintura, y con mi mano libre empiezo a golpearle la cara una y otra vez.
El hijo de remil putas ni se detiene ni se aturde, y en una acometida digna de un toro, nos lanza a los dos de cabeza al charco rosa.
Lo último que veo es como Mary toma el sable de mi hermana, y le da varias piñas con la empuñadura en la frente, y solo escucho a mi hermana gritar; "Mamá, pará por favor, no lo volveré a hacer".
En el momento que entramos salimos a la tierra pastel, y yo doy de espaldas contra el suelo cremoso. Ahora es el verdugo quien parece tener ventaja en la montada, pero yo desde el suelo le pateo los costados, con eso consigo que retroceda.
(Este pelotudo aún no se ha enterado que tengo el escenario a mi favor).
Lo empujo al chocarlo con una carga que hice con mi brazo, dejándolo a un paso del final y cerca del agua. Salto y él trata de parar mi mano, pero no voy a él, sino al globo que hay detrás, el globo que Mary usó para traernos desde la otra orilla.
Lo atrapo del cordel y noto que ya no peso, mi mano entonces levanta al verdugo de su capucha y tampoco me pesa. Él sorprendido pierde tiempo, y yo lo subo, le enrredo el cuello en la soga con la mano libre y una vez hecho el nudo lo pateo.
(Vuela, vuela, cabrón, no te hace falta equipaje).
Caigo al suelo (tengo que dejar de frenar las caídas con la espalda, me duelen los riñones), el verdugo ese empieza a hacer movimientos con los brazos.
Marcus: jodete pelotudo, es un hilo mágico, no sigue las leyes de la física.
¡Split!
El cabrón si sabe romper bien las pelotas, corta el hilo con su hacha y me cae encima de la caja torácica con toda la inercia que tiene. Le atrapo las piernas y lo tiro a un lado, lo que hace que caiga en el charco.
(Tengo que ponerme de pie, volverá).
Pasan dos segundos y no vuelve, quizás se quedó inconsciente en el otro lado.
(No puedo más, creo que se me están llenando de sangre los pulmones).
Voz anónima: ¡Mary!
Abro los ojos al darme cuenta, la voz del pozo que antes se rió de mí ahora me recuerda el nombre de mi amiga (joder, obvio que el verdugo irá por ella, en su estado no tiene chances).
Me levanto sin siquiera sentir mis piernas y me tiro al pozo, salgo corriendo al ver las huellas del verdugo, grito desde lo lejos.
Marcus: ¡Mary, su hacha también puede dañar espíritus!
Mary gira la cabeza en mi dirección, y sale volando cuando el verdugo está a 5 metros de ella. Este último no para, toma a mi hermana inconsciente con una mano y se va en línea recta.
(Este lugar seguramente también sea un bucle como Buenos Aires, así que seguro regresará por donde llegó).
***
Me encuentro ahora al lado de Mary, tiene el sable de mi hermana y se está mirando en el reflejo, sus ojos parecen muy decididos, pero ella parece temblar, y no de frío precisamente.
Marcus: ¿Cómo te encontrás Mary?
Mary: no pude hacerlo, Marcus, no pude matarla. Si Víctor dijo la verdad, ella vio en mí a quien más le importa, vio el rostro de tu madre, Marcus, imaginate esa, que alguien con el rostro de tu madre te mate.
Marcus: sep, nada zarpado supongo, además se llevó tu cuchillo, ya no podrás pelar verduras.
(No ha sido el mejor momento, ni mi mejor chiste, pero casi muero otra vez, necesito reir, carajo).
Mary: (ignora mi broma) ¿Qué creés que pase ahora?
Marcus: no se, pero el verdugo ese pudo cortar el globo ignorando su magia, y si las cosas demoníacas sellan demonios y almas, está claro que los Neo Cruzados pueden robarse a las niñas de Sofía y no te necesitan, así que solo se aliaron con Arphas y el culto para destruirnos desde dentro (le miro sus ojos, y aunque no pierdo mi sonrisa, estoy preocupado).
Mary: tengo choripán y agua si gustas.
Marcus: nah, tranca, estoy bien, solo necesitamos algo que nos ayude, esa es la prioridad.
Mary parece activar su sexto sentido, se agacha y quita algo de nieve del suelo. Paró la tormenta hace rato para que se quedaran las huellas, pero lo que toma no tiene nada que ver con eso, es el celular de mi hermana y en el hay varios canales ya conectados. Ambos nos miramos, sabemos que hacer, tomo el celular cuando me lo da y marco a un tal Víctor del canal 67.
Capítulo 18: Como en los viejos tiempos.
Así que me encontré con mi hermana (otra vez), y me enteré que Arphas me quiere traicionar (otra vez), y casi los matamos (otra vez), pero se salvaron y ahora solo nos queda contactar a Víctor esperando lo mejor (esa es nueva).
***
Víctor: ¿Qué pasó Marcus? ¿De donde llamás?
Víctor habla como las otras veces, no sospecha nada.
Voz anónima: ¿Es él? ¿Es el wachin que me debe un millón de pesos en droga?
(Su puta madre, esa voz si que la echaba de menos).
Un cabrón de metro noventa, máscara y capucha negra, con un francotirador el doble de grande que él a la espalda y múltiples cuchillos en el pecho que gritan; "soy fan del Heavy Metal Industrial y estoy orgulloso", se para enfrente del dispositivo.
Marcus: Abdel, puto loco bastardo, ¿Qué haces acá?
Abdel: nada, pasa que Dimitri me dijo que venga a vigilar a este científico loco, ¿Y vos, qué tranza?
Marcus: nada, solo quería pedirte un favor, no mejor, un favorazo.
Víctor empieza a escribir algo en el teclado, de seguro creé que le voy a pedir que me pase algo de hachís de Abdel, pero ando en otros planes.
Abdel: pero contame, que no soy pep-siquico, genio.
Marcus: atrapa al científico este y apuntale con una daga en la cabeza.
Dicho y hecho, cuando Víctor quiere hacer algo, Abdel ya tiene sometido su cuello con un brazo y el filo de su daga presiona directamente su vena aorta.
Víctor: ¡Pero hijos de puta! ¿Por qué me hacéis esto?
Marcus: metete tu actuación de inocente bien por la raja, ya descubrí que Arphas nos está traicionando.
Víctor: ¿De que carajos hablas? He estado aquí con este drogadicto megalómano desde que Dimitri y tu follamiga se fueron y no me ha llegado ningún mensaje de Arphas ni nada.
Marcus: Abdel, checa su teléfono, a ver si dice la verdad.
Abdel le saca el teléfono a Víctor de un bolsillo, mira sus mensajes recientes.
Abdel: no tiene nada, la última cosa que tiene guardada acá es una factura del prostíbulo.
Víctor: ¿Qué andás diciendo hijo de puta? Yo no hice eso.
Abdel: anda mira, también tiene páginas buscando chotas en oferta.
Mary se tapa la cara con una palma y niega (no puedo culparla, mis amigos son aún más pajeros que yo).
Marcus: Abdel, chavón, hablo enserio, Arphas nos quiere traicionar, se lo escuché hace apenas 5 minutos, seguro fue a avisar a alguien más, tienes que...
No tengo tiempo ni de decir un plan sobre la marcha cuando estalla una alarma en todo el cuartel y Dimitri llama a Abdel por su comunicador.
Dimitri: "Teniente" a "Ángel sombrío", ¿Me recibes?
Abdel: (enciende un gran círculo rojo en su pecho) ¡Alto y claro! ¿Qué sucede?
Dimitri: algunos hombres se han revelado, han empezado un tiroteo en el comedor, y en los servicios. Smiler y yo hemos tenido que matar incluso a algunos inmortales del Ejército Rojo, ten cuidado porque irán más.
Marcus: no me rompas la pija así, ¿Inmortales del ejército rojo? Eso son los cybor más poderosos del culto, son la punta de lanza de las tropas, los miembros más confiables.
(Lo explico en alto para que Mary lo entienda, y por la mueca de preocupación que tiene, veo que ya lo ha entendido).
Dimitri: ¿Ese que ha hablado era Marcus?
Abdel: si, llamó para avisarnos de que Arphas nos iba a traicionar, pero supongo que eso ya valió riata.
Marcus: ¡Escuchame Abdel, esto es malo, tienes que proteger mi cuerpo, Arphas quiere desconectarlo porque soy él único que puede hacer algo en este plano! Y no mates a Víctor, no se si es un traidor o no, pero es el único que sabe cómo funciona esta cosa.
Víctor: no soy un traidor, lo juro por mi vida, yo creo que, creo que...
Abdel: habla bien o te mato (el cuchillo está peligrosamente cerca del cuello, creo que Víctor se ha orinado encima). Creo que Arphas me mandó a dar la cara porque sabe que me acosté con su mujer.
Hasta Mary pone cara de sorpresa y yo parezco tener rayos X, porque veo a Abdel riéndose bajo esa máscara.
Víctor: dale Marcus, sabes que no miento, si hasta me obligó a hacerme pasar por fiambre y me dislocaste una pierna, no le importo.
Marcus: a Arphas no le importa nadie, pero ni al jefe, ni al culto, ni a nadie en este puto planeta. ¿O te creés que los cruzados y el culto se van a dar la manita y hacer de este mundo un planeta mejor? Se traicionarán en cuanto tengan oportunidad. Hemos demostrado merecer este infierno más que los demonios.
Se hace el silencio tras mi declaración, algo explota y perdemos la señal. Ahora Mary y yo volvemos a estar solos.
Mary: ¿Ahora que haremos?
Marcus: sigamos estas huellas a ver dónde fueron mi hermana y el verdugo hasta que Víctor nos pueda volver a contactar (o hasta que me muera, lo que antes suceda).
***
Caminando vuelvo a mirar a Mary, su herida en la pierna, su herida en la boca, y ahora su herida en el brazo que solo hemos podido detener con un torniquete hecho con las telas de la Yuki Onna y una rama para que amarre.
Ni siquiera han pasado 24 horas desde que nos conocimos (creo), pero pienso que ha cambiado mucho. Ya no teme a la muerte en su mirada, diría que la respeta, pero le cuesta dar el último paso. Yo empecé acá con un martillo de guerra y cigarros, y lo único nuevo que cargo son el fierro y la navaja mariposa.
Marcus: te voy a ser sincero otra vez (se detiene a escucharme, con ese rostro inocente con el que ella me miraba en el pasado), no quiero que luches con los espectros, demonios y más cosas que los Neo Cruzados puedan traer, no sabés luchar, y no puedo enseñarte ahora.
Mary: (me sonríe) pero Marcus, ¿Vos pensás que no lo sé? Dale, también me gustaría sentarme en un tronquito y no tener que preocuparme por nada, leyendo un cuentito de los que cargo en la mochila y por mientras vos hacés el trabajo sucio. Pero no hemos llegado hasta acá para que ahora justo, justo, me apetezca volver a encerrarme y que Marte-san me haga un asado.
Marcus: ese era el plan que vuestro padre os dejó.
Mary: ¿Y por qué no cerró la puerta entonces?
(No se a que se refiere, así que no digo nada).
Mary: sabés, encerrada, yo me levantaba muchos días, me acercaba a la puerta y negaba tocando el pomo, no pude salir hasta hoy, y hoy fue cuando esos que me espiaban te mandaron, Marcus. Lo quieras o no, cambiaste mi vida, y ya es un punto de no retorno.
Marcus: pero fue al pedo todo, me mandaron porque Arphas no sabe que vos no sos estrictamente necesaria para atrapar las almas de Sofía, ya viste como los Neo Cruzados pueden dañarlas al dañarte, y pueden encerrar almas como los bebes de belcebú o los espectros.
(Veo su cara y me adelanto a sus palabras).
» Y se que dirás que si pueden a donde están que no los ves, yo tampoco sé, quizás las niñas de Sofía se esconden re-bien y vos las encontrás por tu sexto sentido, pero ellos son militares expertos con demonios y cerdos con moscas que rastrean, acabarán encontrando las niñas también.
Mary enmudece cuando se da cuenta de toda la razón que tengo. Si esto hubiera tenido que hacerlo antes, ahora la dejaría e iría a cagarme a piñas con el mayor número de demonios y cruzados antes de que Arphas me desconecte (y si, es lo que quiero hacer, pero ya no me perdonaría dejar a Mary sola).
Mary: nosotros las encontraremos primero, y lo haremos juntos aunque pierda la mano, ¿O no te acuerdas que por esta misma prometí confiar en ti?
Mary me extiende la mano, sonrió con confianza y le correspondo el apretón.
Marcus: pues no le demos más bola y acabemos con esos pelotudos.
***
Seguimos las huellas hasta llegar delante de una puerta pálida plantada en medio de la nada. No hay nada detrás, pero algo me cuenta que se abrirá un portal si la abro.
Toco el pomo y no se mueve.
Marcus: ¿Qué?
Mary: ¿Qué sucede?
Marcus: la concha de su madre, la puerta no se mueve, parece de metal blindado.
Entonces tengo un puto "deyabú", así fue como Arphas me encerró la primera vez.
Marcus: ¡Nooo! ¡Arphas, cabrón hijo de puta, esta dos veces no me la podés hacer!
Mary: ¿Pero por qué no abre? Déjame intentar.
(Bueno, Mary tiene su energía rara, no hay pedo, ella se encargará).
Me aparto, dejo que Mary tire y no se abre (¿Cómo?).
Mary: tranca, probaré otra cosa.
Da varios golpes con el sable de mi hermana, pero es tan útil como intentar cortar el agua con unas tijeras.
Marcus: ¡Puerta hija de putaaaa!
Me lío a patadas con la puerta, no me puede pasar esto acá, estábamos tan cerca. Mary solo se retira a un lado, no se si está pensativa o asustada, pero yo cargo con todo.
¡Ring! ¡Ring!
Mary atiende una llamada, es Victor.
Víctor: Hola, señorita Donovan, ¿Sigue Marcus por allá?
Mary gira el celular para que me vean descargar mi rabia contra la puerta.
Mary: está ocupado, parece.
Voz anónima: ¡Atiende pedazo de mierda!
Me giro de golpe, por supuesto es esa voz que siempre me despierta por las mañanas.
Marcus: Zoe, ¿Sigues viva?
Zoe: ¿Por qué lo decís con pena, pajero?
Marcus: ni te hagas la inocente, es solo que...
Una mano de metal enfoca la cámara hacia si, y el rostro de un camarada Ruso se pone en primer plano.
Dimitri: callaros los dos, no vamos a jugar al juego del amor. Hijo, escucha, estamos tirando de una batería de reserva, por las cámaras y cadáveres del lugar te puedo decir que mínimo el 20% de nuestras tropas han caído, y aproximadamente un 30% de nuestro ejército nos ha traicionado.
» La cosa en las calles no está mejor, muchos manifestantes también eran cruzados infiltrados, me lo han comunicado las tropas que están luchando fuera de la base, que son aproximadamente otro 25% del total.
» Smiler y nuestros hombres más cercanos están haciendo guardia en la base, pero el generador principal ha caído, y no hay ni rastro de Arphas en ningún lado, por supuesto, de los cabrones a los que les lame las botas tampoco, estamos solos.
Me toma un momento procesar tanta información, ya puedo ver a los inocentes muriendo en las calles y a mis chicos dando lo mejor mientras llegan oleadas de cyborgs y cruzados.
Marcus: respondeme una cosa Dimitri, ¿Hay algún demonio de fuego por allá?
Dimitri: ¿Demonios de fuego? ¿Cómo el que me arrancó el brazo? (Asiento) No, ninguno, solo luchamos con ciborg, hombres de espada y muchos ejecutores, ¿Hay de fuego donde estás?
Marcus: solo nos hemos encontrado con uno, y murió antes de que tuviera que enfrentarlo. Aún así, Arphas habló y dijo que eran 4, por lo que aca habrá 3 más, pero en estos momentos tengo otro problema.
Dimitri: ¿Cuál?
Marcus: poneme a Víctor a hablar.
Dimitri le da la pantalla a Víctor, este la toma con cuidado a dos manos y entonces recuerdo que esto para ellos era una computadora, no un celular.
Marcus: ¿Podés abrir esa puerta? (Enfoco con la pantalla el lugar que había estado pateando).
Víctor: una puerta imantada (susurra).
Marcus: explícalo en cristiano.
Víctor: básicamente es como un imán, y tiene el mismo polo que tú.
Marcus: lo pediré más directamente, ¿Cómo la rompo?
Víctor: no se puede.
Marcus: ¿Cómo no? Le voy a dar martillazos hasta que me canse.
Víctor: mala idea, ¿No sabes lo que pasa si fuerzas a juntarse dos polos iguales de un imán? (Tengo cara de saber que pasa si fuerzas a juntarse dos polos iguales de un imán).
Dimitri: explotaras, hijo, hay que encontrar otra forma.
Marcus: ¿Y no podés abrila desde allá? Arphas lo hizo con la primera puerta que encontré.
Víctor: podría, pero habrá un problema.
Marcus: ¿Cuál?
Víctor: voy a gastar mucha energía en transmitir una fuerza que al chocar parta el mecanismo de la puerta, eso va a consumir mucha energía de la batería.
» Ahora mismo tenemos energía suficiente para 48 horas, la descarga lo dejara en 40, y si seguimos en contacto, se agotará en 22 horas solamente, ¿Vos creés que con ese tiempo podrás encontrar a las 4 niñas?
Marcus: ¿Me querés ver la cara de boludo?
Mary: ya hemos encontrado a una, y no creo que vaya a ser necesario estar en contacto permanente, si me esfuerzo, si podría encontrar a las niñas en menos de 40 horas, creo.
Marcus: ella tiene razón.
Zoe: a mi nunca me diste la razón, pelotudo.
Marcus: ¿Hmmmm? ¿Zoe porque seguís jodiendo por acá? Ya me había olvidado de ti (pero nunca de tu orto).
Zoe: andate a cagar.
Dimitri: parad los dos. Está bien hijo, cortamos la llamada ahora, para no gastar energía, esto en gran parte depende de ti, Abdel y Smiler harán lo que puedan ahí fuera, y yo saldré en breve, Zoe se queda aquí vigilando a Víctor, no me fío del científico todavía.
Víctor: sigo acá por si lo olvidaste.
Dimitri: ya sé, cerrá el orto.
» Hijo, ¿Necesitas algo más?
Marcus: si, dos cosas, primero decirte que mi hermana está viva y es quien está liderando a los Neo Cruzados acá.
Dimitri: me cago en la tumba de Lenin, ¿De verdad?
Marcus: aja, pero no me preocupa, ya le ganamos dos veces, aún así, no quiero jugar al que se las sabe todas contra los demonios de fuego. Víctor necesito otro favor, mándame la armadura de guerra al completo como me mandaste el martillo.
Víctor la piensa un momento.
Víctor: con todas las armas bajarás el horario a 32 horas.
Marcus: que sea solo la armadura, armas podré encontrar acá y ya cargo un fierro.
Víctor: entonces serán 39 horas, cambio y corto.
Marcus: cambio y corto.
***
¡Crach!
La puerta se abrió tres segundos después de cortar la llamada y mi armadura ya la tenía delante.
Mary se puso frente a mí ya transformada en Yuki Onna, y abrió la puerta empujando con el yari mientras yo me terminaba de poner las piezas, en especial el casco de calavera.
Mary: no hay nadie.
Marcus: de seguro pensaron que no seríamos capaces de abrir la puerta y no pensaron en poner seguridad (me río y recargo el arma). Hora de ser groso, ¿No creés?
Mary: (empuña un yari en una mano y el sable de mi hermana en la otra) ya estamos debiendo tiempo.
O, Mary, amiga mía, quien diría que me ayudarías tanto en el futuro.
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